" Es un camino personal y mi meta es llegar a ser referí mundial de karate"
Las artes marciales hace rato que entraron en Chile desde los países orientales, principalmente de Japón, China y Corea y eso mismo hace que los maestros de locales miren casi con obligación lo que se hace allá en las distintas disciplinas, independientemente de los años de experiencia.
En Valdivia uno de los artistas marciales de mayor experiencia es Marcelo Silva, cultor hace 38 años de karate do y actual instructor de la academia Ken Shin Kan ubicada en Isla Teja. Este valdiviano hace tres años inició un nuevo camino y se dedicó al arbitraje de combates y su desempeño ha sido tan bueno que fue invitado a arbitrar en la Premier League del karate do realizada en Tokyo (Japón) a principios de mes. Fue una experiencia que, según dice, le dio una nueva visión acerca de su deporte.
Silva tuvo la oportunidad de entrenar en su estada en Japón junto a dos maestros chilenos en la isla de Okinawa, la tierra donde se creó el karate y de la cual salió al mundo. Además, desde Tokyo viajó hasta la ciudad de Fujinoyima para conocer al maestro Masataka Muramatsu con el objetivo de aprender más el estilo goyo ryu.
¿Hace cuánto tiempo se dedica a arbitrar, paralelo a la enseñanza del karate do?
-Son dos mundos ligados, pero diferentes. Empecé con seriedad en el arbitraje en el Panamericano de Buenos Aires en 2013, hace poco, pero me propuse llegar a un nivel nacional alto, ya lo hice, y ya estoy en un nivel panamericano. Por ejemplo en la licencia kata (formas) ya tengo el máximo panamericano y tengo que saltar a la mundial y en kumite (combate) si todo sale según lo programado en el Mundial de Perú en 2018 debería estar postulando a mi licencia.
¿Por qué le interesó hacer este cambio?
La verdad es que es una actividad anexa a lo que me interesa que, es el karate do. Es una forma de ligarme al mundo en el que estoy metido, que no es mi línea principal, pero es importante también. Una cosa es ser ratón de dojo y estar toda la vida ahí, donde nadie te conoce y la otra es salir a esta cosa que es mucho más visible.
¿Qué características tuvo la Premier League en Japón?
-El sistema Premier League es que ellos publican las fechas de los torneos y uno como árbitro, si le interesa ir a alguno de los eventos, a través del consejo nacional de árbitros de mi Federación pide el pase técnico y ellos me inscriben. Cuando me confirmaron empecé a sentir la responsabilidad porque además iba a estar en la elite y en el lugar donde nació lo que yo hago. Era primera vez que iba a Japón, estuve 18 días y como anécdota puedo decir que los japoneses son gente muy amable y su norte es la responsabilidad social
Además entrenó con un maestro okinawense
-Sí, con el maestro Masataka Muramatsu. Él tiene su dojo en Fujinoyima y estuvimos con otros maestros chilenos entrenando tres días completos con él. Después regresé a Tokyo, después a Okinawa donde nos volvimos a encontrar con Masataka que me presentó al maestro Seie Hirata, mucho más purista en las artes marciales que Muramatsu. Él no recibe a nadie si no se lo presenta alguien de su confianza y quedamos muy bien parados.
¿Qué te decían los japoneses al ver que eres chileno y que toda tu vida has estado vinculado al karate?
-Se sorprendían mucho, lo encontraban fantástico y la prueba de esto es que nos hicieron una cita con el alcalde de Fujinoyima. Para ellos que alguien haga un viaje de 17 mil kilómetros a interiorizarse en algo que para ellos es ancestral y, más encima, que lleguen en representación de la Federación de un país, les parecía digno de destacarse. De hecho salimos en el diario de la ciudad.
¿Y cómo vivió el arbitraje de los combates en la Premier League?
-El evento duró doce horas y todo ese tiempo estuve por lo menos nueve horas sentado arbitrando y me llamaron de referí a dirigir los combates. Como éramos pocos extranjeros y había conflicto de arbitraje entre los competidores asiáticos del Medio Oriente y Extremo Oriente porque por reglamento no puede haber alguien del mismo equipo arbitrando y nosotros los chilenos éramos neutrales. Hubo un momento que un juez japonés me dijo en inglés '¡te ha tocado duro!' Y yo le dije que había viajado 17 mil kilómetros para estar aquí, no quiero estar sentado mirando, yo quiero estar arbitrando, eso les encantó a los japoneses, que uno esté dispuesto al trabajo duro.
¿Cómo evalúa la experiencia?
-Como invaluable. Todavía no asimilo todo lo que recibí, lo que viví, todo lo que percibí. Fue fantástico. No dudo que Japón tenga su lado B. Tiene una tasa de suicidio juvenil espantosa, pero el lado A que me tocó ver fue mucho más de lo que esperaba. En Japón, todos los niños desde primero básico tienen algún tipo de arte marcial y lo primordial de su educación es educar ciudadanos socialmente y espiritualmente responsables.
¿Se perfila a seguir entrenando en este deporte?
-Mi escuela no está enfocada a la parte deportiva. No me interesa formar competidores, pero sí me encanta ir a arbitrar competidores. Es un camino personal y mi meta es llegar a ser referí mundial de karate. Voy a postular a ir a otros torneos internacionales, pero mi camino de referí ya está perfilado. El próximo año quiero ir a dos panamericanos para obtener la licencia necesaria y el 2018 tener los requisitos para postular a la primera licencia mundial en kata y ahora tengo que llenar los requisitos para obtener licencia mundial en kumite (combate).
Lo bueno es que a un árbitro de karate no se le grita o reclama...
-La disciplina que nosotros practicamos se basa en el respeto y si yo le falto el respeto a alguien como árbitro puedo sacar a cualquier persona que me ofenda o cometa un acto en contra de un competidor o un árbitro. En Chile antes parecíamos cualquier cosa, pero a medida que el arbitraje ha subido de nivel el público se ha ido educando y es difícil que haya un exabrupto.
¿Qué se necesita para ser árbitro de karate?
-Muchas ganas y perseverancia. ¿Conocimiento? Para eso fui a la Premier League para estar con los que saben, conocer y ver a gente de primera línea. Me cambiaron la visión del arbitraje. No sé si los japoneses son mejores o peores para arbitrar, pero su forma de dirigir es muy propia de ellos.
La base fundamental
El viaje de Silva a Japón le sirvió -dijo- para reforzar una máxima fundamental en el rol del arbitraje: "Si en un combate se ve el árbitro; el arbitraje fue malo. Los protagonistas son y deben ser los competidores. La belleza del arbitraje está en que el árbitro intervenga en lo mínimo, el arte del arbitraje es desaparecer de la vista del público".
"En Chile antes parecíamos cualquier cosa, pero a medida que el arbitraje ha subido de nivel, el público se ha ido educando". "El arte del arbitraje es desaparecer de la vista del público"."
días estuvo en Japón el deportista valdiviano, hasta donde viajó para mostrar su faceta de árbitro. 18
años de trayectoria como karateka tiene Marcelo Silva. Actualmente dirige una escuela en Valdivia. 38
fue el año en que arbitró por primera vez. Fue parte del Panamericano de Buenos Aires en Argentina. 2013