Valdivia ya es pasado para el entrenador Ricardo Lunari. Ayer el técnico argentino formalizó su salida ante notario, no sin antes comentar detalles de su paso por el club del Torreón, admitir situaciones de indisciplina en el plantel y hasta que se sintió incómodo desde que llegó a la ciudad, principalmente por la falta de apoyo a la institución, todas razones que hacían que lo único que quisiera junto a su cuerpo técnico era volver a sus casas y ver a sus familias. No quiso fotos para esta entrevista, pero sí agradeció la ayuda de los dirigentes del club.
Lunari indicó al inicio de la conversación que, de acuerdo a lo hablado con los dirigentes el trabajo con el equipo "no iba a ser de lograr grandes resultados hasta fin de año, sino que tratar de armar un equipo competitivo que no pueda ser superado por los rivales y que pelee para no irse al descenso".
"El hecho de que no se lograran triunfos hizo que hubiera una ansiedad desmedida de la gente que nunca fue bien informada que el equipo se armó para hacer un papel digno, pero en ningún caso con pretensiones de estar peleando arriba", sostuvo, apuntando que en esa lógica que "el próximo paso era que el equipo se conformara bien y buscáramos refuerzos en la época de verano".
¿En el plantel no hay ningún jugador que tú hayas pedido?
Todo fue tan al cierre de los libros de pases que cuando nosotros llegamos el plantel ya estaba constituido, pero nunca tuvimos la tranquilidad para pedir refuerzos. Igual asumimos el desafío y trabajamos lo más honestamente posible.
¿Es cierto que hubo problemas de indisciplina en el equipo?
Uno no puede ser carabinero de su propia gente. Podemos sugerir, aconsejar a los jugadores, pero no podemos andar por los lugares nocturnos para ver si los jugadores salen o no. Ha habido casos que hemos sabido y otros que no y lamentablemente cuando uno busca los resultados y no aparecen y algunos jugadores no son todo lo responsables que deberían ser, realmente se hace difícil. La única arma que teníamos para controlar las salidas nocturnas de los jugadores era la concentración y ya no lo hacemos porque el club no lo puede costear.
¿Y cómo dejas el camarín del plantel entonces?
En el camarín nunca hubo problemas. Es un grupo que intenta siempre, trabaja bien, pero por momentos tenemos algún tipo de deficiencias y por más que las trabajes se van repitiendo los errores. Más que por un tema de camarín pasa por un tema de capacidad, de entendimiento. En el último partido decidimos irnos porque no notamos en el equipo una reacción anímica ante un golpe. En La Serena la actitud fue totalmente diferente, íbamos perdiendo 2-0, pero salimos a buscar el empate y estuvimos cerca del triunfo, pero el domingo la verdad es que me sentí muy desilusionado y decepcionado por lo que estaba viendo.
¿Los dirigentes te pidieron que te quedaras cuando anunciaste tu renuncia?
No. Hasta el partido con San Felipe teníamos la ilusión que el equipo estaba creciendo y se estaba sintiendo mejor, pero para mí fue tan dura la derrota que hablé con los directivos y decidí dar un paso al costado y en ningún momento estuvieron en desacuerdo.
¿Sientes que cometiste errores?
Siempre uno comete errores, pero nos vamos tranquilos porque trabajamos en situaciones que no eran las ideales. Nunca dejamos de trabajar, a pesar de que no nos prestaban el Parque Municipal para hacer fútbol, hacía frío y no teníamos la ropa adecuada, no teníamos los elementos adecuados y un montón de cosas que la gente no conoce y conspiran contra el desarrollo normal de un trabajo como cuerpo técnico. Nosotros veníamos de trabajar con un club importante como Millonarios de Colombia y llegamos acá con otras expectativas y éstas no se cumplieron.
¿Te empezaste a sentir incómodo?
La verdad me empecé a sentir incómodo desde que llegué a Valdivia por el clima y no tuvimos las condiciones para sentirmos cómodos. Asimismo también fue muy feo sentir insultos contra nosotros, la gente puede manifestarse, pero fue duro cargar con todo eso.
¿Hay sentimientos encontrados con los dirigentes?
No. José Gandarillas es buena gente y está haciendo hasta lo imposible por sacar adelante esto. Lo que sí sentimos es una falta de apoyo de los valdivianos hacia el club. La comunidad de Valdivia no está apoyando totalmente al equipo, necesitamos el apoyo que sí se le entrega al básquetbol y es más fácil apoyar al campeón.
"Tienen mucho más que dar"
Lunari cree que "era necesario un cambio de dirección porque en el último partido los jugadores parecía que se habían quedado sin ánimo". Añadió que es necesario que Valdivia siga insistiendo porque "hay jugadores que todavía tienen mucho más que dar y que uno los ve en el entrenamiento y tienen más de lo que uno muestra en los partidos". El entrenador dijo que se despidió de los jugadores con los que convivió 4 meses y les agradeció la disposición en el día. "Ahora queremos volver con nuestras familias", finalizó.
"Agradezco a Jorge Salazar que estuvo siempre a nuestro lado y al presidente, José Gandarillas y al gerente, Martín Tupper..." "A Valdivia le falta motivar a los em-presarios locales y autoridades para empujar esto".
Ricardo Lunari, Ex DT de Deportes Valdivia."