La legislación chilena en relación a la educación inclusiva ha experimentado un progresivo enriquecimiento a partir de la promulgación de la Ley General de Educación N°20.370 (2009), ya que es allí donde se explicita la inclusión de niños, niñas y jóvenes con discapacidad, considerando que la educación es un derecho social que debe ser garantizado, en igualdad de condiciones y sin ningún tipo de discriminación. Es por esto que en los establecimientos de educación regular se incrementan los equipos y recursos, para dar respuesta educativa a todos los niños de nuestro país. El promulgado Decreto Nº 83 de 2015 tiene un alcance extraordinario, escolarizando a todos los niños bajo un único currículum, dando espacio para que los profesores puedan adecuar sus elementos, en función de los niños que atiende para dar respuesta a las distintas Necesidades Educativas Especiales (NEE) que estos pudieran generar.
Chile sin duda, ha dado pasos agigantados, entendiendo que un buen colegio no es aquel que filtra y selecciona estudiantes, sino aquel que se hace cargo de los niños que asisten a sus aulas, entregando herramientas que les permitan transitar exitosamente por el sistema escolar. Las herramientas están y son los profesores quienes deben tomarlas; utilizar las adecuaciones curriculares, planificar con diseño universal de aprendizaje, fortalecer los equipos de trabajo, fomentar la co-docencia, entre otras.
Ahora bien, la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad forma parte de un cambio cultural que acompaña estos procesos en educación. Es preciso realizar un análisis como sociedad, entender que somos un país unido frente a situaciones traumáticas no es extraño, pero levantar una cultura relativa a dar respuesta y respetar a quienes presentan discapacidad es una deuda que debemos saldar hoy. Nuestras ciudades deben ser planificadas bajo diseños universales, es decir que los edificios, espacios y servicios sean accesibles a toda la población.
La llegada del Instituto Teletón a Valdivia es un primer paso, la rehabilitación que hace Teletón es tremenda. Sin embargo, somos nosotros como sociedad los que debemos seguir avanzando para dejar de ser discapacitantes. El trabajo colaborativo entre las distintas instituciones permite fomentar la inclusión, en todas sus formas, y verla como el eje central para construir una sociedad más solidaria.
Paulette Obreque Montecinos Docente de Pedagogía en Educación Diferencial USS Valdivia