Sobre Donad Trump
Responder a la interrogante de las posibles implicancias del gobierno de Donald Trump para Chile y el mundo, es sin duda muy difícil; primero por Trump mismo, luego por la baja fiabilidad consustancial de los análisis prospectivos en temáticas altamente complejas como ésta, y finalmente porque la política (local e internacional) más que transitar hacia una suerte de post-verdad parece operar derechamente como una post-realidad.
No bien electo, "los mercados" tomaron nota de la alta probabilidad de un aumento de gasto público y una baja de impuestos - a la keynesiana- y un vasto programa de obras públicas que hizo trepar, contra todo pronóstico, el precio del cobre e hizo subir las acciones de empresas vinculadas a la construcción e ingeniería. Otro tanto observaron muchas otras compañías, como aquellas vinculadas a la industria biotecnológica, previendo una desregulación del sector.
Un constante traslado de capitales a EEUU por esta mejor expectativa de su economía hará también que muchos más agentes se desprendan de bonos y compren acciones norteamericanas, retroalimentando los incentivos a grandes flujos de capitales al país del norte Por ello, a la depreciación inmediata del peso, probablemente le siga una tendencia sostenida, más aun con el alza de la tasa de política monetaria aplicada por la Federal Reserve (FED) y el anunciado ritmo de normalización del "estímulo cuantitativo" por tres veces durante 2017.
El futuro de los tratados de comercio, como el NAFTA, aparecen amenazados pero su revocación o modificación es compleja y larga, pero ello no alcanza al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Economómica, conocido como TPP. En efecto, lo que parecía inevitable, la implementación del tratado Transpacífico, de más que dudosa conveniencia para Chile, hasta donde se sabe pues el secretismo y la opacidad parecían su membrana envolvente, se desvanece en el aire y a la huida de éste por parte de EEUU, se suma el juicio de Japón respecto de la inutilidad de un tratado sin el país del norte, aunque cree que ratificarlo podría mantenerlo conservado "por criogenia" a la espera de una mejor coyuntura.
Jorge Gajardo Facultad de Economía, U. Central
Constitución
La Presidenta Bachelet nos ha planteado la necesidad de una nueva Constitución Política para el país sin señalar causa alguna que la legitime, más aún si con la actualmente vigente está logrando su exitoso desarrollo y el mejor bienestar de su gente.
Pero entonces, ¿qué razón válida justificaría tener que cambiar la actual Carta Fundamental sin causa válida alguna que la legítima y deparándonos un futuro incierto no deseado por nadie?
Por otra parte, se olvida que un nuevo Andamiaje Institucionalidad proyecta inevitablemente falsa imagen de inestabilidad si solo recurre a la magia política que se atribuye a una nueva Carta Fundamental ofreciéndonos solución a las actuales necesidades y problemas del país, algo tan absurdo como sería trasplantar el corazón a un paciente que solo padecía de amigdalitis.
Félix Urcullú Molina urcullu.abogados@gmail.com
Sobre Donad Trump II
Donald Trump asumió la Presidencia de los Estados Unidos y pareciera que al mundo se le cayó el velo del poder. De pronto todos se dan cuenta que lo que caracteriza, no solo a Estados Unidos, sino a todo Estado, es el controlar el monopolio de las violencia legitimada precisamente por dicho velo enceguecedor. Violencia que Trump ya ha anunciado usará contra inmigrantes, empresarios, musulmanes y quizá cuantos más, pero que en el fondo nada innova en el ejercicio opresivo de esta, más que el ser más pomposo y explícito.
El Estado norteamericano ya ha usado su violencia antes para esclavizar durante más de 100 años a personas solo por tener un color de piel distinto, tal como el Estado Alemán aniquiló a millones solo por ser judíos; el Estado norteamericano también lanzó bombas de destrucción masiva, tal como los Estados de Inglaterra, Francia, Japón, Israel y muchos otros más; el Estado norteamericano encarceló a personas que amaban a otros de su mismo sexo y a quienes consumieron una sustancia prohibida; tal como el Estado chileno, y muchos otros, que aun penalizan las relaciones homosexuales, y qué decir de los miles de consumidores de drogas presos junto a los peores rufianes, homicidas y violadores.
El Estado sin limites producirá déspotas sin límites. Tengamos muy presente esta idea. No es Donald Trump ni los Estados Unidos el problema, sino el denominador común de la violencia opresiva. Espero esta instancia sirva de algo y podamos quitarnos el velo para comenzar a cuestionarnos al Estado y su poder, no nos haría nada de mal.
Juan Pablo Caneo jpcaneo.ch@gmail.com
No es lo mismo
Cualquier trabajador chileno que falte a su pega sin tener unas muy fundadas explicaciones, médicas ó personales, pierde su fuente laboral…los diputados faltaron a las sesiones y no les pasa absolutamente nada, mantienen su pega y con suerte reciben una multa, una "plumita de la dieta".
Luis Enrique Soler Milla