Preocupación internacional desató la decisión del Presidente Donald Trump, quien al finalizar su primera semana de Gobierno el viernes, ordenó detener el ingreso a Estados Unidos, durante cuatro meses de cualquier persona en busca de refugio, medida que para los provenientes de Irak, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen, todos países con mayoría musulmana, se extenderá durante 90 días; y para los sirios se aplicará indefinidamente.
Esto último bajo el argumento de mantener fuera del país a los "terroristas islámicos radicales". La ejecución inmediata de la medida despertó la preocupación internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, reconoció ayer que esas restricciones "no pueden más que inquietarnos", y mostró su intención de invitar al nuevo secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, a París para "discutir punto por punto, de forma clara" y "si hace falta con firmeza".
Ayrault recalcó que Europa se ha visto confrontada a las consecuencias de la guerra en Siria, con la llegada de refugiados, cuya aceptación es una obligación que deriva de los acuerdos internacionales.
"Tenemos que organizarnos para que eso suceda de forma justa y solidaria" y "para que nuestras sociedades no se vean desestabilizadas", afirmó.
Ideales occidentales
El encargado de la diplomacia alemana, Sigmar Gabriel, hizo notar que en el pasado Europa y EE.UU han hablado en nombre de los ideales occidentales, con voluntad de universalidad, "que seguimos compartiendo", y entre los que están "la acogida de personas perseguidas".
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Migración (OIM), en tanto, emitieron un comunicado conjunto donde esperan "que Estados Unidos continúe su claro liderazgo y su larga tradición de proteger a aquellos que están huyendo de conflicto y persecución".
"Las necesidades de los refugiados y los migrantes en el mundo nunca han sido mayores, y el programa de reasentamiento de Estados Unidos es uno de los más importantes del mundo", afirmaron las organizaciones humanitarias.
Contribución
Además, las agencias de la ONU recordaron que esta política ha permitido "rescatar" a algunas de las personas más vulnerables del mundo, y al mismo tiempo ha "enriquecido" a la sociedad estadounidense.
"La contribución de los refugiados y los inmigrantes en todo el mundo ha sido extremadamente positiva".
Más de 60 millones de personas en el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares, la mayor cifra desde la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de las decisiones tomadas esta semana por Trump, a las que, aparte de limitar la entrada de refugiados e inmigrantes, se suma la construcción de un muro en la frontera con México, la OIM y ACNUR dicen que siguen "comprometidas" para trabajar con el nuevo Gobierno "hacia el objetivo compartido de asegurar un programa de reasentamiento seguro".
Por su parte, la Premio Nobel pakistaní, Malala Yousafzai pidió a Trump "no darle la espalda a los niños y familias más indefensos del mundo". Refugiados e inmigrantes "han ayudado a construir su país", afirmó.
Aeropuertos
Se desconoce con exactitud cuántos refugiados y migrantes han sido retenidos a su llegada a EE.UU. en las últimas horas, quienes han pernoctado en los aeropuertos, pese a tener los papeles en regla. Los abogados que trabajan en derechos humanos denuncian que no se les ha permitido ver a sus representados.
Programa de admisión
Estados Unidos contaba hasta el viernes con un programa de de admisión de refugiados, que el año pasado permitió reasentar a unas 85 mil personas desplazadas por la guerra, la opresión política, el hambre y los prejuicios religiosos, entre las cuales figuran más de 12 mil sirios. El ex Presidente Barack Obama había establecido el límite de refugiados para este año presupuestario en 110 mil personas. Según la nueva orden ejecutiva, el actual Gobierno planea reducirlo a 50 mil, quienes serán admitidos tras el desarrollo de un sistema de selección más estricto.
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