Diez escultores llegaron hasta Valdivia para ser parte de simposio
ACTIVIDAD. Hasta el 16 de febrero trabajarán en el Parque Saval creaciones en madera, metal y mármol travertino. El público elegirá su obra favorita.
Durante la mañana de ayer los artistas que serán parte del Simposio de Escultura 2017 -evento que hace 23 años se desarrolla en Valdivia, organizado por la Corporación Cultural Municipal- pudieron recoger y elegir los materiales con los que trabajarán hasta el 16 de febrero.
Madera de palo santo y tepa, metal y mármol travertino son las materias primas que convertirán en obras de arte, las que se quedarán en la ciudad para formar parte de la colección que se encuentra en el Parque de las Esculturas Guillermo Franco, o para estar expuestas en otros lugares públicos de la capital regional.
Este año participarán diez escultores: Jorge Rivero y Ana Gollan, de Argentina; José Mamani y Luis Chumacero, de Bolivia; Miguel Velit de Perú y Jorgen van Daele de Bélgica, son los invitados internacionales. Mientras que los artistas nacionales son Rodrigo Silva y Andrea Rebolledo, de Valparaíso; Isabel Arriagada de Santiago y Orlando Vidal, de Puerto Varas.
Todos ellos estarán trabajando en los galpones del Parque Saval, en la Isla Teja. Quienes visiten el lugar podrán ver en vivo a los artistas e incluso conversar con ellos sobre su técnica, el material elegido y sus inspiraciones. Además, para conocerlos mejor, hasta el 16 de febrero estará montada una muestra permanente de obras en formato pequeño de cada escultor. Esta exposición se podrá visitar en la Casa Prochelle I, ubicada en Los Robles 1-65, Isla Teja.
El gerente de la Corporación Cultural Municipal de Valdivia, Erwin Vidal, explicó que "la idea de este simposio es llegar a todos los sectores, por eso es una actividad sin costo. Una obra escultórica tiene un proceso que siempre ocurre en un taller, en un transcurso de tiempo desconocido, sin acceso al público. Sin embargo, en esta oportunidad el proceso se puede ver. Justamente ahí está el éxito de estos 23 años de Simposio, que es un espacio abierto de los creadores para las audiencias". Durante los últimos días del simposio, el público podrá votar por su escultura favorita, la que será galardonada.
Las experiencias
Tres de los artistas que estarán en esta versión, ya han participado en la actividad antes. Uno de ellos es el licenciado en Artes Visuales de Puerto Varas, Orlando Vidal. La primera vez que esculpió en Valdivia fue hace diez años y en 2017 sintió que era necesario cerrar un ciclo. Su primera obra fue "Una nave para Kevin", creada en homenaje de un amigo que había fallecido en esa fecha. La segunda vez que participó fue en 2011, con la escultura "El secreto en tus ojos".
"Ahora voy a trabajar una abstracción de una semilla de ulmo, en madera de palo santo. Esta es una oportunidad de trabajar en gran formato, lo que es difícil de realizar en un taller", contó.
Andrea Rebolledo, de Valparaíso, estudió en la Escuela Municipal de Bellas Artes de esa ciudad. Destacó que "tenía conocimiento de este simposio desde hace harto tiempo y por ser un referente tan importante de la escultura contemporánea, tanto a nivel nacional como internacional, esperé hasta ahora para participar. Quería tener un currículum y experiencia para dejar mi obra en este parque". Andrea Rebolledo trabajará el metal, creará una abstracción de la luna y el reflejo que proyecta en el río Calle Calle.
Hasta el momento ha participado en otros simposios, como el de Llanquihue, el de Coyhaique y el de Córdoba, en Argentina. Además, ha organizado simposios en Valparaíso, sin embargo, explicó que es complejo lograr los fondos para dar continuidad a los eventos. Otra de las escultoras es María Isabel Arriagada, santiaguina licenciada en Artes Visuales. "Tengo muy buenas referencias de este simposio, estoy muy contenta de poder participar", dijo. La obra que desarrollará será una reinterpretación de un ancla, para la que trabajará en metal. "Yo no conocía Valdivia y me di cuenta de que está rodeada de ríos, mar y vegetación. Es un lugar alucinante", explicó. Agregó que también la entusiasma poder interactuar con los visitantes del parque. "De alguna manera existe una responsabilidad por parte del escultor de entregar al espectador las herramientas para leer -a grandes rasgos- una obra volumétrica", dijo.