Polémica por liceos de alta exigencia
Los Liceos Bicentenario de la región podrían verse afectados por un nuevo reglamento que define la "excelencia" según años de trayectoria y demanda de matrícula. Es de esperar que la discusión también venga acompañada por medidas referidas a la calidad de la enseñanza dentro del aula, tema aún ausente...
En la Contraloría General de la República se encuentra actualmente un nuevo reglamento generado por el ministerio de Educación, que define reglas para los liceos de excelencia, permitiendo la selección del 30% de sus estudiantes en algunos de ellos. Esto, a pesar de que el primer peldaño de la reforma educacional puesta en marcha por el gobierno, buscaba eliminar la selección, sin excepciones.
La norma en estudio recoge una inquietud anterior respecto de los establecimientos "emblemáticos" como el Instituto Nacional, que sin selección no podrían cumplir su rol de promoción de talentos. Sin embargo ha generado polémica, porque ahora se permitiría solo si el colegio demuestra más de 30 años de trayectoria y el número de postulantes dobla las vacantes disponibles. Esto dejaría fuera a los Liceos Bicentenario, creados en 2010, y que también requerirían de un ingreso restringido, para cumplir con sus metas de educación con alta exigencia.
A nivel nacional son 60 los liceos Bicentenario. En la región, hay uno en Panguipulli (Altamira), en La Unión (Rector Abdón Andrade Coloma) y en Valdivia el Liceo Ciudad de Los Ríos, que recién en 2017 tendrá su primera promoción egresada de cuarto medio. Ninguno de ellos selecciona y eso llevaría a pensar que el reglamento no les afectaría; pero ¿qué pasa si esa norma les quita el reconocimiento de "colegios de excelencia" y quedan fuera de los beneficios que eso implica para su gestión? Simplemente , no podrían cumplir con su meta es dar oportunidades de educación de calidad a estudiantes de buen rendimiento y origen vulnerable.
El polémico reglamento está en estudio y todavía queda un largo trecho para su posible aplicación, pero es necesario que tanto parlamentarios, como autoridades, apoderados y profesores, se mantengan atentos a él, de modo que las decisiones que se tomen sean las mejores pensando en los niños y jóvenes que tienen a la educación pública como única herramienta de movilidad social.
Es de esperar que la discusión también venga acompañada por medidas referidas a la calidad de la enseñanza dentro del aula; tema aún ausente.