Movilidad como derecho
Hace pocos días, la ministra de Transportes y Telecomunicaciones Paola Tapia, dio a conocer los detalles del proyecto de ley de convivencia entre modos de transportes, trabajo que se realiza en el Ministerio desde agosto de 2015, en conjunto con la sociedad civil y que pretende mejorar la calidad de vida de todos los chilenos, impulsando medidas que mejoren la convivencia en las ciudades.
Esta modificación a la actual Ley de Tránsito, que fue aprobada en general en el Senado esta semana, propone disminuir la velocidad máxima en zonas urbanas de 60 a 50 kilómetros por hora, generar mejores planes de educación vial para todos los modos de transporte, fijar estándares de movilidad y de seguridad en ciclovías, entre otros aspectos.
Este proyecto de Ley es un paso importante para comprender que los espacios públicos nos pertenecen a todos y que no puede existir supremacía de un modo de transporte por sobre otro.
Tradicionalmente, la planificación de las ciudades ha puesto en el centro a los vehículos particulares, lo que sin lugar a dudas, debe cambiar. Es por ello, que dentro del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet, se establecieron metas que apuntaban a comprender la movilidad como un derecho.
Es por ello que en estos tres años nos hemos ocupado en realizar acciones que mejoren el transporte público y en generar espacios donde puedan coexistir de mejor forma vehículos particulares, bicicletas, motos, microbuses y peatones. Las calles deben estar diseñadas para movilizar personas, independiente del tipo de transporte que decidan utilizar. Nadie tiene más derechos que otros en el uso de las vías.
Este proyecto de ley impulsa esta idea, pero jamás será suficiente si no cambiamos nuestra conducta a la hora de movilizarnos, necesitamos respetarnos y aportar desde nuestro espacio a construir una sociedad más equitativa en el uso de los espacios públicos, más inclusiva y más justa.
Paz de la Maza Villalobos Seremi de Transportes Los Ríos
Nueva Mayoría
Para nadie era un misterio que la nueva mayoría tenía fecha de vencimiento. Era sólo cosa de esperar si esto sucedía con el término del mandato de la Presidenta Bachelet, o antes.
Con la renuncia de Ricardo Lagos en la carrera presidencial, se puso la lápida a un conglomerado de partidos que se unieron sólo con un propósito electoral y no dogmático, generando por consecuencia, discusiones al interior del gobierno en la mayoría de los temas.
De esta manera, el Partido Socialista decidió apoyar a un candidato que no pertenece a la nueva mayoría en desmedro de uno de sus históricos. Por otro lado, el Partido por la Democracia queda sin candidato, y seguramente terminará proclamando a Guillier, lo que provocaría que Carolina Goic en el evento de someterse a primarias, parta en gran desventaja contra un candidato que contaría con el apoyo aparente de la mayoría del oficialismo.
Con la bajada del Lagos, se da casi por hecho que la DC va a primera vuelta y no se someterá a primarias, quedando a la deriva en el centro político, donde deberán definir el rumbo que tomarán para los próximos años: si continúan incorporados en una coalición que cada día se izquierdiza más, o inician diálogos y gestos con los partidos de derecha más de centro, creando un nuevo referente político.
Lo único claro hoy, es que se ha producido el fin de la Nueva Mayoría y la elección presidencial de noviembre cada día se polariza más.
Felipe Mansilla Consejero General RN
Bioequivalencia
Para vincular la bioequivalencia con la Ley de Fármacos que se discute en el Parlamento es fundamental declarar que cada formulación farmacéutica es única en su comportamiento biofarmacéutico, por lo que la exigencia de estudios de bioequivalencia es un factor determinante en la respuesta clínica, siendo un elemento relevante del aseguramiento de la calidad. Chile dictó el año 2005 una norma que definió los criterios destinados a establecer equivalencia terapéutica en productos farmacéuticos en el país. Todo esto tiene importancia por su impacto en el acceso a medicamentos asequibles, seguros y eficaces.
Una política que impulse el uso de genéricos no debe, por motivo alguno, representar un riesgo para la seguridad de los pacientes.
(...) Cabe señalar también que la población ha comenzado a reconocer la importancia de los productos bioequivalentes por su calidad y precio.
Es bueno que se sepa también que nuestro país ha sido acreditado como Autoridad Regulatoria Nacional de Referencia Regional de Medicamentos Nivel IV, ante la OPS, para lo cual, en diciembre de 2015, el Ministerio de Salud accediendo a lo requerido por la OPS, dictó un Manual de Buenas Prácticas Regulatorias.
Este Manual contiene principios tales como promoción y protección de la Salud Pública; de legalidad; de transparencia; de efectividad normativa y de coherencia. Los cambios propuestos en la Ley de Fármacos II, no se condicen con estos principios ni con la categoría que se obtuvo a nivel internacional.
José Manuel Cousiño Lagarrigue Prof.Legislación Farmacéutica Universidad San Sebastián