Carolina Collins
Samantha Kingston tiene todo lo que una adolescente podría querer: es guapa, tiene muchos amigos y un pololo perfecto. Pero el 12 de febrero, que debiera ser un día como cualquier otro en su vida, se convierte en el último.
O algo así, porque pese a haber sufrido un fatal accidente, Samantha comienza a despertar una y otra vez el mismo viernes 12 de febrero. Atrapada en ese loop temporal, la protagonista de "Si no despierto" comienza a descubrir que su muerte esconde algo más y que si cambia sólo algunos detalles de ese día, puede hacer cambios enormes.
Basada en una novela
Esa es la historia de esta película que se estrena hoy en los cines nacionales y que protagoniza la actriz estadounidense Zoey Deutch (22), quien, pese a su corta edad, ya acumula varios títulos en su currículum, como la comedia "¿Por qué él?", con James Franco y Bryan Cranston.
Basada en la novela del mismo nombre de 2010 de Lauren Oliver, se trata de una suerte de "Día de la marmota" adolescente, en la que la protagonista, cegada por la normalidad de su mal comportamiento, debe aprender una lección de vida al repetir una y otra vez el mismo día. En este caso se trata de una historia que reflexiona sobre el bullying.
El insight liberador
La protagonista es parte del cuarteto popular de su colegio, liderado por Lindsay ("Ciudades de papel"), junto a Ally (Cynthy Wu) y Elody (Medalion Rahimi). Juntas planean ir la noche del viernes 12 de febrero a una fiesta, que es interrumpida por Juliet Sykes (Elena Kampouris), una chica aislada que sufre el bullying de sus compañeros.
Tras una discusión, toda la fiesta termina agrediendo a Juliet, por lo que Samantha y sus amigas deciden irse. Ahí es cuando chocan su auto y todos mueren, en un giro un poco más oscuro que las películas adolescentes en general.
Ahí es cuando el día comienza a repetirse sin parar y sin importar lo que haga Samantha, hasta que -tal como ocurría en la película de 1993 basada en el cuento de William Dean Howells de 1892, "Christmas Every Day"- su protagonista descubre una lección moral que la libera de su prisión temporal.
La película, que ha recibido críticas favorables de la prensa especializada, es la transición de su directora Russo-Young hacia un cine más comercial, tras haber realizado hasta ahora películas más bien de corte indie.