Con lectura de reseñas históricas, una serie de presentaciones artísticas y un multitudinario desfile, la Escuela Rural 21 de Mayo junto a representantes de la comunidad del sector de Itropulli, en la comuna de Paillaco, celebraron los 138 años del Combate Naval de Iquique y las Glorias Navales.

En el evento estuvo presente la concejala Ruth Castillo, el cura párroco Luis Gallardo, representantes de Carabineros, voluntarios de la Tercera Compañía de Bomberos Arturo Prat de Paillaco, dirigentes sociales, vecinos, profesores, padres y apoderados de la Escuela Rural 21 de Mayo.

En esa línea, el director del establecimiento, Julio Medina, dio a conocer que cada año la comunidad educativa en conjunto con los habitantes del sector, trabajan para celebrar el mes del mar y conmemorar el hecho histórico que constituye el nombre de la Escuela.

"Creemos que es fundamental no perder nuestras tradiciones para reencontrarnos con nuestra historia y queremos que las nuevas generaciones de niños de nuestra Escuela Rural conozcan y admiren la historia de Chile para que el día de mañana construyan un mejor país", indicó.

Emotivo desfile

La segunda parte del evento se desarrolló en el frontis y patio del mismo plantel, lugar donde el profesor en retiro, Pedro Molina, hizo sonar la campana y se realizó la colocación de ofrendas florales en el busto de Arturo Prat.

A continuación se procedió al encajonamiento de la banda de guerra de la Escuela Rural 21 de Mayo, y posteriormente al desfile en el que se presentaron alumnos por nivel y curso, acompañados por sus profesores y equipos de aula. El acto cúlmine estuvo a cargo de los voluntarios de la Tercera Compañía de Bomberos Arturo Prat de Paillaco.

Claudia Muñoz David

Entre 1943 y 1946 Alfonso Horn fue alumno del Instituto Salesiano Valdivia. Entre 1985 y 1991, ya convertido en sacerdote, fue director del establecimiento. Para celebrar los 114 años del colegio, el ex director escribió el libro "22 lustros de aventura salesiana en los señoríos del camino de luna", el que lanzó ayer, en el gimnasio Don Bosco del instituto.

En 258 páginas relata el aporte que el colegio ha entregado a la formación de jóvenes. Todo, teniendo como contexto los momentos históricos de la capital regional. Horn dividió su libro en tres partes. "Primero está la cronohistoria del instituto. Todos los acontecimientos desde la fundación, que tuvo mucha fuerza patriótica. Este capítulo termina con la celebración del Bicentenario de Don Bosco, en 2015", dijo.

La segunda parte se centra en las semblanzas y perfiles de religiosos y laicos salesianos. Entre ellos, destacó al fundador, monseñor Ramón Ángel Jara; al primer director, Luis H. Sallaberry "del cual se ha dicho que en una semana trabajó más que lo que un misionero una vida entera. De una energía juvenil impresionante, ya a los 23 años era director", detalló. También destacó al primer superior provincial chileno, el padre Oscar Valenzuela.

Mientras que la tercera parte destacó los eventos e instituciones que le han dado identidad al colegio. "Me pareció que la vitrina más deslumbrante que ha presentado el instituto ha sido los desfiles patrióticos. Ese redoblar de tambores por calle Picarte, la ciudad se despoblaba para aplaudir entusiasmados a nuestros alumnos. Otra institución muy salesiana es el 'oratorio festivo'. Los días domingos recibíamos a los niños más pobres de la época y eran atendidos para darles cariño, paz, vestirlos y calzarlos. Eso significó el despertar de mucha solidaridad. Compartíamos en el salón del biógrafo de la época. Al final del día se veían películas", relató.

El libro contiene fotografías de alumnos, infraestructura y diferentes situaciones que marcaron la historia también de Valdivia.

El rector del Instituto Salesiano Valdivia, José Isert, aseguró que "este año hemos quedado sin la comunidad religiosa estable en Valdivia, por lo que este libro nos viene a dar mucha fuerza como comunidad educativa. Aquí está parte de nuestra historia".

El futuro

El rector Isert habló sobre los desafíos del Instituto Salesiano de Valdivia. Contó que la congregación a nivel nacional mandató tres ejes para trabajar. "Primero, mantener y mejorar la calidad. El ministerio de Educación habla mucho de reformas, pero jamás de calidad. El segundo es el de la inclusión. Estamos obligados a educar a los que no quieren educarse, ese es un desafío muy fuerte", detalló.

El tercer pilar -dijo- es la gratuidad. "Ya tenemos ocho de los 22 colegios en la gratuidad y seguimos avanzando en la medida que podemos equilibrar nuestros ingresos para no poner en peligro la continuidad del colegio. Eso es algo que nosotros debemos salvaguardar. El Salesiano de Valdivia tiene que durar cien años más. No podemos definir en qué momento la ecuación nos va a permitir ir a la gratuidad, sin embargo ya estamos entregando beneficios como desayunos y almuerzos" .

Isert también habló sobre la inclusión de niñas. Indicó que "está en un proyecto que lleva varios años. Hemos hecho encuestas y sondeos y es absolutamente favorable. Son pasos que están presupuestados, por lo menos ahora hablamos del tema. Hace 15 años eso no se hacía. Estamos pensando en lo que sea mejor para los niños y las niñas, algunos dicen en un par de años, pero se están viendo los pro y los contras y las adecuaciones que hay que hacer".