María Alejandra Pino

Mayo 1960: lecciones para el futuro

El 22 de mayo de 1960 nuestro país y en especial nuestra región sufrió el mayor terremoto de la historia contemporánea. Gran parte de la ciudad y la en aquel entonces Provincia de Valdivia quedó en el suelo. Miles de familias perdieron a seres queridos, sus hogares y también sus fuentes de trabajo, primero por el sismo y luego por el maremoto que destruyó la costa.

Los primeros esfuerzos estuvieron focalizados en la búsqueda de personas desaparecidas, la habilitación de servicios básicos, el enfrentamiento de problemas sanitarios, la amenaza del Riñihuazo, entre otros. Muchos conocemos los relatos de quienes vivieron la tragedia, marcadas por la preocupación por el bienestar de sus familias y en general de quienes eran parte de su entorno, del sufrimiento, pero también la esperanza de levantar lo destruido.

La reconstrucción de las ciudades y las localidades fue la principal muestra de trabajo conjunto para sobreponerse a las adversidades y de lo que somos capaces al enfrentar un desafío colectivo. Vaya nuestro reconocimiento a todos quienes fueron protagonistas de este proceso, y que su ímpetu y fuerza nos animen para concretar las tareas que nos propongamos.

Tal como se demostró en 1960, sólo el trabajo conjunto entre todos quienes somos parte de esta tierra permitirá superar los obstáculos que se interpongan en el camino, concretar las metas que nos hemos fijado y avanzar hacia una región con un futuro para todas y todos.

Francisco Vásquez tenía ocho años. A las 15:11 horas del 22 de mayo de 1960 se encontraba en la Plaza de la República. Ese domingo había salido de su casa en el sector Beneficencia junto a su madre para dirigirse a la radio Camilo Henríquez; allí querían obtener noticias de un pariente que vivía en Concepción, ciudad que el día anterior había sido azotada por un terremoto. "Cuando volvíamos, íbamos a tomar una micro que nos llevaría hacia Collico y ahí comenzó el movimiento; vimos cómo cayó la Catedral, los edificios; llegamos a nuestra casa y no encontramos nada, porque se quemó, en ese tiempo éramos bien carenciados, hacíamos fuego en bracero y mi mamá tenía la costumbre de enterrar el fuego cuando salía para no volver a hacer cuando volviera; ese día el bracero se dio vuelta y quemó la casa".

Vásquez y su familia se quedaron "con lo puesto"; fueron llevados a unas carpas que instaló el Regimiento Caupolicán en el parque Harnecker; los militares dispusieron cocinas de campaña y entregaban alimentos a las personas que llegaron en busca de albergue. "A los pocos días, los Bomberos nos llevaron al nuevo campamento Menzel, destinado a los damnificados; estaba ubicado atrás de la población Ferroviara y fue uno de cinco campamentos que se construyeron, los otros fueron instalados en Krammer, Huachocopihue, Los Jazmines y Acharán Arce", relató. Esas viviendas de emergencias construidas por el Batallón de Hierro fueron denominadas "rucos".

Alejandro Alvarado -dirigente social del sector Menzel- también vivió el terremoto. Un año antes de la catástrofe llegó a vivir a Valdivia. "Iba caminando por la Estación, habían parlantes allí donde avisaban que los temblores se venían al sur y, además, daban mensajes de personas que estaban bien y de otras que estaban fallecidas y heridas producto del terremoto en Concepción. Estábamos conversando sobre qué pasaría si venía un temblor cuando de repente sentimos un ruido, parecía que venían miles de caballos corriendo, comenzó de a poco a azotar las casas, caían los cortafuegos, los postes de la luz y nosotros casi no podíamos mantenernos parados", recuerda.

"Yo tenía 20 años, estaba en lo mejor de mi vida, yo pensaba en que iba a morir tan joven y en a qué hora se abría la tierra; empezó de a poco a pasar y se mantuvo tranquilo un par de segundos, transcurrió medio minuto cuando empieza de nuevo y con más fuerza; los cercos que habían en la Estación hasta Collico se derrumbaron toditos; miré hacia atrás y vi que la Estación se derrumbaba también y con la polvareda que se levantó estábamos todos blanqueando", agregó.

Alvarado tomaba pensión en avenida Argentina. Al día siguiente, fue al centro y vio todo "totalmente destruido". Recuerda que las calles estaban en ruinas, "pasé por la Comisaría donde cayeron las pesebreras y mataron como a once o doce caballos; continué hacia al centro y pude apreciar todo el desastre, el muelle había desaparecido, se dieron vuelta los árboles", relató.

Acto de conmemoración

Todos los años, la junta de vecinos N° 15 Menzel conmemora el terremoto de 1960. Ayer, en la sede social la directiva realizó un acto con el objetivo de "no perder la memoria, es importante recordar esta fecha porque fue trágica para Valdivia y nos costó mucho levantarnos", dijo Francisco Vásquez, quien preside actualmente la organización.

"Somos hijos del terremoto, fuimos los que quedamos con los brazos cruzados producto de que nuestras casas se cayeron o se incendiaron y cuando llegamos a nuestros domicilios, los que estábamos lejos en ese momento en la ciudad, nos encontramos con nada", comentó Vásquez.

El acto convocó a unos 60 vecinos del sector. Además, asistieron el alcalde Omar Sabat, el intendente Ricardo Millán y representantes del Batallón de Hierro. En la oportunidad, el alcalde Omar Sabat dijo que "agradezco a los vecinos que refresquen la memoria porque no podemos perder la raíz de nuestra ciudad, agradezco como alcalde al Batallón de Hierro, quienes estuvieron en el sector levantando y construyendo junto con los vecinos".

Placa

Corfo también se sumó a las actividades conmemorativas. Ayer, el intendente y Pablo Díaz, director de Fomento Los Ríos, descubrieron una placa que simboliza el trabajo que funcionarios públicos realizaron en el Riñihue y que fue clave para evitar una tragedia mayor.

La obra de ingeniería que salvó a Valdivia de desaparecer fue liderada por Pierre Lehmann, vicepresidente de Corfo y asesor del Presidente Alessandri, quien junto al ingeniero civil Raúl Sáez, entonces gerente general de Endesa, llevaron a cabo un plan de emergencia que consistió en obstruir los desagües de los lagos Pirehueico, Calafquén y Panguipulli.

15:11 horas del 22 de mayo comenzó el terremoto en Valdivia y se prolongó por cinco minutos. Su magnitud fue de 9.5 grados y se sintió en toda la zona centro sur de Chile.

57 años se cumplieron ayer del terremoto de Valdivia, el mayor movimiento telúrico registrado en Chile. Fue precedido por el terremoto del 21 de mayo, con epicentro en Concepción.

60 personas participaron ayer en el acto de conmemoración del terremoto de 1960. La actividad fue organizada por la junta de vecinos N° 15 Menzel.