Hace pocos días se conoció un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que analiza el problema de la desigualdad en Chile. En el documento "Desiguales" (www.cl.undp.org) se establece que si bien los niveles de pobreza en el país han disminuido, aún siguen existiendo "nudos" que impiden un desarrollo similar para todos los habitantes: la estructura productiva, el sistema educativo, el rol del Estado, la concentración de la riqueza y el ingreso, la representación política y los patrones culturales.
Una de las expresiones de esa desigualdad es la discriminación que muchas personas o grupos sufren a diario y que se expresa en maltrato o menoscabo. De hecho el 41% de la población encuestada para el estudio, reconoció haber sufrido una o más formas de malos tratos en el último año, reconociendo al clasismo y al machismo, como las principales razones para esas situaciones.
En cuanto a los espacios o circunstancias en que esos problemas se dan, los consultados señalaron al lugar de trabajo (42%), como el sitio donde más se sienten vulnerados; seguido por la calle (33%) y los servicios de salud (33%).
Si bien el texto no tiene resultados regionales, se sabe que en zonas como Los Ríos la realidad que se aprecia es similar a la del resto del país. Más aún considerando que la región presenta -según El Libro Retrato de la Desigualdad en Chile, editado por el Senado en 2012- uno de los índices más altos de diferencias de ingreso entre las personas ubicadas en el primer y décimo decil (clasificación según la cantidad de ingresos totales que recibe cada familia).
Pero el tema va más allá de lo económico. Por supuesto que las brechas generan inquietud; pero el problema también tiene que ver con el respeto, en todos los ámbitos.
Chile tiene compromisos internacionales para superar la desigualdad en su camino hacia el desarrollo y puede lograrlo con medidas económicas específicas; pero el buen trato que el libro evidencia como faltante, sólo se logra con voluntad y educación. Es decir, con la colaboración de todos los actores sociales.