María Alejandra Pino mariaalejandra.pino@australvaldivia.cl
El 10 de mayo pasado el Consejo de Desarrollo de la Costa comenzó el proceso para reunir, al menos, cuatro mil 500 firmas que den cuenta del anhelo de los vecinos de separarse administrativamente de Valdivia y transformar el territorio en una nueva comuna. Un grupo de 110 voluntarios, desplegados desde Cutipay a Curiñanco son los encargados de recoger -desde junio- el sentir de la comunidad y hasta ayer las firmas alcanzaban las mil 50.
La campaña se extenderá hasta el 30 de septiembre y a ésta también se sumaron 20 locales comerciales, en cuyas dependencias se encuentran las fichas para las firmas. A partir de esta iniciativa, el Consejo busca el respaldo social a la creación de la nueva comuna, ya que "una de las alternativas es que los ciudadanos organizados soliciten a la autoridad política que se evalúe la factibilidad de crear una comuna", explicó Patricio Alarcón, presidente del Consejo de Desarrollo de la Costa.
La propuesta, incluidas las firmas, serán entregadas a los candidatos presidenciales, ya que es una iniciativa que analizará el próximo gobierno. "El objetivo es pedirle al Presidente o Presidenta de la República que evalúe la factibilidad, pero ya no sólo en base a un documento, sino mostrando también el apoyo ciudadano", explicó Alarcón.
Argumentos
¿Por qué dejar Valdivia? Alarcón explicó que en diez años aumentó la población de la zona de la costa en más de un ciento por ciento; según el Censo de 2002 ésta alcanzaba los cuatro mil 280 habitantes. Mientras que de acuerdo a los datos del Centro de Salud Familiar (Cesfam), la población que se atendía en ese mismo año era de tres mil 160 personas y en 2013 llegó a las seis 952 personas.
Además, destacó que la costa tiene una identidad propia, la que se diferencia de Valdivia. "A primera vista eso es evidente, por la costa, por la identidad lafquenche, por la actividad turística y pesquera, tenemos elementos históricos, culturales, económicos y sociales que nos diferencian", precisó.
En esa línea, añadió que "es un territorio rezagado que tiene potencialidades para desarrollarse y capacidades instaladas; además de contar con organizaciones sociales, tenemos mucha gente profesional que está haciendo su aporte".
Con esto, la comunidad busca tener instrumentos de planificación con pertinencia territorial y de mediano y largo plazo, "formamos parte de la comuna de Valdivia, pero no existe un plan de desarrollo para la costa", advirtió.
Primeras gestiones
Las aspiraciones de los vecinos del sector costero de independizarse de Valdivia son antiguas. En el período alcaldicio de Gonzalo Espinoza - 1992 a 1996- los vecinos hicieron la solicitud. Pero recién en 2009 el Consejo de Desarrollo de la Costa inició gestiones formales para concretar ese objetivo.
"El diagnóstico de ese momento daba cuenta de que había una serie de temas no resueltos en la costa en educación, servicios básicos, infraestructura, ordenamiento territorial y de los cuales no se estaba haciendo cargo la instancia que correspondía, que era la Municipalidad de Valdivia", explicó Alarcón, quien ese año presidía el Consejo.
Además, ese diagnóstico -precisó Alarcón- indicaba que si bien existía una delegación municipal que acerca la gestión al territorio, esa instancia no tiene capacidad de gestión, de generación de proyectos ni financiamiento que permita pensar en el desarrollo macro del territorio.
"En ese momento tomamos contacto con la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) en Santiago, específicamente con el Departamento de Estudios y Evaluación, para saber qué había que hacer, porque respecto de la creación de comunas había muchos mitos, que no podíamos ser comuna porque no teníamos hospital, no teníamos banco, un montón de aspectos que en rigor no se evalúan ni se ponderan a la hora de crear comunas", relató.
En ese período las gestiones no avanzaron. "Una de las cosas que se necesitaba era tener ingresos directos permanentes, es decir, esos que recauda el municipio vía patentes comerciales, permisos de circulación y los que recibe por impuesto territorial; y aparte, saber cuánto recibía la comuna y el territorio del Fondo Común Municipal, como no existía la Ley de Transparencia no tuvimos ninguna posibilidad en 2009 de acceder a esos datos, por lo tanto faltaba información económica para hacer esa presentación".
Además -añadió- era necesario a través de estudios antropológicos establecer que efectivamente la costa tenía elementos en su identidad diferenciados a los de la comuna madre. El tercer elemento determinante era el apoyo social a la iniciativa.
¿Es una solución?
Benito Coloma, jefe de la Unidad Regional de la Subdere, indicó que un territorio debe cumplir con requisitos técnicos para constituirse como comuna. Debe contar con una identidad propia, una problemática territorial marcada y una historia que la distinga de la comuna de origen.
"En el caso de Valdivia, existen varios sectores poco atendidos por la Municipalidad; además de las localidades costeras, por ejemplo, Huellelhue, Pishuinco y Cayumapu. Como Subdere financiamos iniciativas que son presentadas por el municipio y para esos sectores no tenemos gran cantidad de proyectos", aseguró Coloma.
Para el jefe de la Unidad Regional de la Subdere, los problemas no se solucionan creando una nueva comuna, "en la costa hemos trabajado con el Consejo, ayudándolos a solicitar a la Municipalidad a que priorice proyectos para ellos".
Coloma indicó que "estamos llanos a considerar la solicitud de nueva comuna", pero enfatizó en que las municipalidades están llamadas a dar solución a las problemáticas que tienen los sectores que integran su territorio.
El diputado RN Bernardo Berger afirmó que "es de toda naturaleza la aspiración que tienen los vecinos de la costa, ahora para que esa aspiración se transforme en un proyecto comunal es necesario fortalecerlo con estudios sólidos y con una plataforma de proyectos y previsiones".
Lo anterior -precisó- con la finalidad de que la creación de una comuna se transforme en una herramienta de mejoramiento de la calidad de vida y de las oportunidades de desarrollo para los vecinos y no en un elemento perjudicial para esa aspiración.
Añadió que "en esa medida el trabajo principal es poder basarse en los estudios que deben hacerse a través de la Subdere, para lograr afianzar las cifras que permitan que esta aspiración legítima y natural se vuelque en una iniciativa sólida y sostenida".