Correo
AFPs
Hay que reconocer que el problema espinudo sobre las AFPs es quién manejaría los fondos de los candidatos a jubilados.
Si los fondos los manejan los privados, se enriquecen ellos a costa nuestra; si los maneja el Estado, no se enriquecen ni los privados ni los pensionados, porque el dinero se perdería entre tantos funcionarios públicos que cometen "errores involuntarios" a favor suyo con los dineros públicos, errores que se han multiplicado como la mala hierba en estos últimos años. Por ambos lados ¡estamos sonados!
Mauricio Pilleux Dresdner mpilleux@telsur.cl
Cárcel de Isla Teja
Volver la mirada hacia el pasado no resulta fácil, especialmente si nos lleva a episodios trágicos. Realizar tal ejercicio de memoria, se transforma necesariamente, en un hecho doloroso y sin embargo necesario.
¿Por qué habríamos de realizar estos actos de memoria, por qué declarar la ex cárcel de Isla Teja monumento nacional?
El primer elemento que da sustento a este acto de memoria es el de la sanación.
El Presidente Allende, motiva la construcción de una cárcel modelo en la ciudad de Valdivia, que albergue a presos condenados por delitos comunes en condiciones de dignidad humana; paradojalmente la dictadura utiliza esta prisión para castigar a quienes adherimos al gobierno de la Unidad Popular y la transforma en un campo de prisioneros de guerra. En un espacio diseñado para 500 personas fueron detenidas más de 1.500. Si bien es cierto que en este campo de prisioneros políticos no se practicaron torturas físicas masivas, los prisioneros éramos trasladados a diversos centros de tortura existentes en la ciudad.
Independientemente de nuestras historias personales y políticas, de nuestras debilidades y fortalezas, incluso independientemente de nuestra ideología o sistema de creencias, los seres humanos sometidos a la tortura, en cualquiera de sus formas, sufrimos el trastorno de estrés post traumático que afecta nuestras vidas para siempre, tanto en lo psíquico como en lo físico.
Los sobrevivientes nos vamos poniendo viejos, estamos enfermos y cargamos individualmente con los efectos que la represión ha tenido sobre nuestras vidas.
Es entonces un acto de sanación, saber y asumir que no somos víctimas, sino luchadores sociales y políticos derrotados por fuerzas que superaron nuestras capacidades de respuesta y que lograron detener el proceso de transformación de Chile en un país más justo. Reclamamos hoy un acto de memoria, reclamamos hoy un acto de justicia porque nuestra sanación es también la sanación de Chile.
El segundo elemento que surge de este acto de memoria es el de la responsabilidad política, para terminar los las falacias sobre el gobierno del Presidente Allende.
Un tercer elemento que da sentido a este acto de memoria se relaciona con la necesidad de enviar un mensaje a las nuevas generaciones, no solo para conocer la historia, sino también para valorar la democracia y la resolución pacífica de los conflictos. Este mensaje hacia el futuro, debe entenderse como un grito de alerta para que nunca más se intente dar legitimidad a actos de barbarie como los cometidos por las Fuerzas Armadas y sus mentores ideológicos.
Finalmente expresar que no podemos olvidar que nuestra región de Los Ríos, fue una de las más dañadas por la represión política dictatorial: más de 100 ejecutados y detenidos desaparecidos; miles de prisioneros, decenas de exiliados; familias destruidas de mar a cordillera.
En cada espacio que habitamos y transitamos, nos vamos reencontrando con los sitios en los que estuvimos detenidos, fuimos torturados o se asesinó a nuestros compañeros y compañeras. Los dolores los llevamos en nuestro espíritu y como huellas indelebles, en nuestro cuerpo, no permitamos que el alto precio pagado por luchar por un mejor país para todos, termine siendo un drama individual y anónimo.
Por ello es que este acto de memoria que hoy realizo, desde lo más profundo de mi consciencia, tiene el sentido de colaborar a mostrar la trascendencia de declarar la ex cárcel de Isla Teja como monumento nacional. Es un deber con la historia de nuestra región, se lo debemos a nuestros muertos.
Alejandro Köhler Vargas Ex prisionero político Cárcel de Isla Teja
María de la Cruz Peña
El martes 8 del presente mes, se cumplió el primer año del fallecimiento de mi madre, María de la Cruz Peña Peña(Q.E.P.D.), y aunque en su momento creía estar preparado para su partida, debido al paulatino deterioro de su salud; durante este año no ha habido ni un solo día en que no la haya recordado con profunda nostalgia, y a instantes con una inmensa sensación de soledad.
En nuestro hogar están us mascotas. Los perritos y gatitas que tanto quería y todos los recuerdos que dejó donde vivió durante 77 años.
Desde este espacio quiero señalar que le doy las gracias por los principios y valores que me entregó y le pido a Dios por el eterno descanso de su alma. Gracias por ser mi madre.
Gustavo Roa Peña groap@outlook.es