UST capacita a empresarios y emprendedores locales e impulsa un trabajo colaborativo
DOS JORNADAS. Cincuenta personas participaron ayer en el "Summit de innovación". Expositores presentaron ejemplos de emprendimiento y cómo financiarlos.
Desarrollar espacios colaborativos e impulsar la vinculación entre empresa, gobierno y universidad fue uno de los consensos en el "Summit de innovación", evento organizado por la Universidad Santo Tomás, a través de su Oficina de Transferencia Tecnológica (OTT), que ayer convocó a cerca de 50 empresarios y emprendedores en el Club de la Unión, en Valdivia.
Una charla, un conversatorio y talleres fueron parte del programa de la primera jornada. Mediante esos mecanismos de capacitación el objetivo es generar un entorno de educación y aprendizaje institucional con empresarios locales.
Además, propiciar instancias de trabajo, acercamiento y colaboración entre los empresarios y las unidades de transferencia tecnológica de la UST, orientadas al fomento y a impulsar más y mejores negocios mediante la presentación de las distintas herramientas e insumos, como asesorías, talleres, seminarios, prácticas laborales, tesis, coaching, proyectos, acceso a redes, crowfounding, spin-off, start up y otras que permitan mejorar la rentabilidad y sustentabilidad de su empresa o emprendimiento.
Laura Bertolotto, rectora de la Universidad Santo Tomás, destacó que el tránsito de una sociedad de la información a una del conocimiento, trae desafíos como la transferencia de éste, la innovación creativa, el emprendimiento científico tecnológico, la formación permanente y la interconexión entre la universidad y las empresas.
"La realización de este 'Summit de innovación', que es un encuentro colaborativo, es el resultado de un trabajo que se inició en 2015 (...) desde nuestra llegada como Santo Tomás a Valdivia en 2008, nos dimos cuenta y sentimos la necesidad de vincularnos, pero esa vinculación no tenía que ser solamente a través de los centros de prácticas y de las prácticas de nuestros alumnos, sino que teníamos que ir más allá, teníamos que forzar alianzas estratégicas", explicó Bertolotto respecto de la iniciativa.
El "Summit de innovación" continuará hoy, a las 9:30 horas. En la jornada final se realizará la segunda parte del taller "De ideas a negocios", el que comenzó ayer en la tarde. Además, está programado un panel de opciones de financiamiento y presentaciones de proyectos.
"Sí Se puede emprender"
Antonia Tapia fue la primera expositora. La ingeniera comercial es fundadora de Koreplast, una alternativa al plástico que utiliza algas marinas para la creación de envases y empaques reutilizables y biodegradables. Es ganadora del Her Global Impact 2017 y trabajó en Global Solutions Program de Singularity University.
En la jornada, compartió su experiencia en el emprendimiento y cómo una crisis financiera y una inquietud puede transformarse en una oportunidad. "Aprovechando mis conocimientos de surf y de ingeniera comercial monté mi primera empresa, trajes de agua para niños; aprendí que sí se puede emprender y que ese miedo que yo tenía era sólo miedo y que hay que dar ese paso hacia adelante", relató acerca de sus inicios.
Más tarde sumó un nuevo desafío, cómo a través de un emprendimiento podía impactar en el resto de las personas. Así, comenzó a incursionar en el rubro de los alimentos. "Me propuse innovar en el tema alimenticio, empecé a investigar y encontré Her Global Impact, una academia de innovación para mujeres en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y el lema de ellas era impactar positivamente a un millón de personas en los próximos diez años. Postulé, fui una de las 50 seleccionadas, donde trabajamos con mentorías, con clases de networking", contó.
Su idea inicial era elaborar una papa frita en base a algas, pero en la academia varió a un prototipo que tenía la apariencia de un plástico pero hecho con alga. Así nació Koreplast, el cual recibió financiamiento de Corfo y con el cual ganó el Global Impact Challenge 2017, que la llevó a estudiar dos meses en Singularity University, ubicada en el Centro de Investigación de la NASA. Actualmente, incorporó la inteligencia artificial para descubrir nuevos materiales para diversificar el producto.
En su presentación, Antonia Tapia entregó a los asistentes algunas claves que han marcado y resumen su experiencia en el emprendimiento y en la innovación. Por ejemplo, que el bienestar personal es la primera etapa para ayudar a los demás y que las necesidades hay que transformarlas en soluciones. Además, recomendó nutrirse de otras áreas del conocimiento para obtener una visión global y pensar sin límites para encontrar respuestas no convencionales.
Colaboración
Tras la exposición de Antonia Tapia se realizó un conversatorio que reunió a Federico Iriberry, cofundador de Broota.com; Pablo Stuardo, ejecutivo técnico de Corfo, y Giovanni Rivano, director de empresas Innova2, SBCG y Gestión Plast. Todos abordaron la transferencia tecnológica, el trabajo colaborativo y el financiamiento.
Iriberry explicó el concepto "crowdfunding", que es la cooperación colectiva para financiar un proyecto. Precisó que "Broota se dedica a financiar proyectos en base a inversión. Cualquiera de nosotros hoy día podría ser socio de un emprendimiento en etapa temprana, aportando desde 100 mil pesos".
Destacó que Broota ha ayudado a 23 start up o empresas en etapa temprana chilenas a financiarse, "hemos logrado que mil 130 personas inviertan dos mil 700 millones de pesos en esas 23 empresas", detalló.
"Lo que hacemos tiene que ver con ayudar a emprendimientos que tienen un componente de investigación y que por defecto son mucho más riesgosos y que no tienen espacio en las vías tradicionales de financiamiento como la banca (...) Cualquiera de nosotros, con esos pequeños aportes, podemos hacer que ese emprendedor pueda llevar esa tecnología a un invento práctico en el mercado, que se comercialice y, por defecto, exista la transferencia entre lo que él está investigando y un producto escalable en el tiempo", agregó Iriberry.
Giovanni Rivano apuntó en su intervención a ir más allá de lo convencional y cómo la academia es parte del éxito del desarrollo de comunidades. En experiencias internacionales exitosas que ha observado, destaca que el elemento común es una vinculación cercana entre la empresa, el gobierno y la universidad.
"Este triángulo virtuoso permite que las cosas pasen muy rápido; los alumnos descubren en los laboratorios algo nuevo e inmediatamente hay una empresa que dice yo lo financio y el gobierno dice yo te ayudo", relató.
En tanto, Pablo Stuardo dijo que pensar la descentralización desde la región y desarrollar los espacios colaborativos es relevante. "El camino del emprendedor no es fácil, existen proyectos que, claramente, pasan inmediatamente a una etapa de transferencia tecnológica, pero hay muchas iniciativas que requieren de otros esfuerzos y donde hoy en día los centros de negocios juegan un rol relevante", destacó.