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velloncitos de mi vida: un emprendimiento que busca darle importancia a la lana
Todo comenzó gracias a su abuela y a su madre, quienes le inculcaron la pasión por el telar y el teñido de lanas. "Todo es herencia de ellas y espero poder traspasarlo a mi hija y que esto se mantenga en muchas generaciones", explica Johanna Altamirano, la emprendedora dueña de "Velloncitos de mi Vida".
Nació en Ancud, pero a los ocho años de edad se trasladó a Valdivia con su familia. Es educadora de párvulos de profesión, pero ahora se dedica a su otra pasión, que es la actividad artesanal. "Aprendí de niña y al final me terminé enamorando de este trabajo", recuerda.
Altamirano ganó un Capital Abeja hace tres años, con el cual pudo integrar la tecnología al teñido de lanas y vellones (cuero de oveja o carnero que conserva su lana). Y de esa manera masificar el producto.
"Hasta ese momento yo compraba la lana natural a diferentes personas en la región, aunque también lo hacía desde otras localidades del país, ya que a veces se me dificultaba la compra en Valdivia o lugares cercanos".
La emprendedora explica que "esto se relaciona directamente con la producción empresarial de lana. Se ve en ferias artesanales por ejemplo, ya que los productos que supuestamente son de lana o algo similar (sintéticos). Muy por el contrario a como debería de ser".
Altamirano apuesta a trabajar con lana natural y vellones dándole un valor agregado al teñirlos con productos naturales.
¿Qué productos naturales ocupa para teñir la lana y los vellones?
- Antes utilizaba una pintura biodegradable y me gustaba como quedaba, pero con el tiempo me fui dando cuenta que se podía mejorar el resultado de los teñidos. Hasta que se me ocurrió intentar con productos naturales, como por ejemplo frutas, madera, raíces y hojas, los que le dan un toque mucho más natural y hermoso a mis productos.
¿Usted se perfeccionó con cursos de teñido y telar?
- Si, realicé cursos de perfeccionamiento de telar y talleres decorativos en la Universidad Austral, además de cursos de teñidos naturales en fieltro por el Club de Lectores del Diario Austral. Esas capacitaciones me ayudaron a perfeccionar lo que ya tenía adquirido por mi mamá y abuela.
¿Siempre fue un trabajo con potencial de negocio?
- No. Antes solo lo hacía para mí, la familia y amigos, además trabajaba como educadora de párvulos y tenía mi propio jardín, así que nunca pensé que tendría un negocio de esto. Recuerdo que en una de esas capacitaciones que asistí, había que trabajar con un vellón (merino) que no estaba en Valdivia y creo que tampoco en la región, eso me motivó a traerlo y darme cuenta que podría ser un buen negocio.
¿Aún trabaja como educadora de párvulos?
- Ya no. El jardín fue vendido y me dediqué un tiempo a mi emprendimiento. Ahora me cambié de casa a un sector más natural que está en la salida norte de Valdivia, así que la intención es darle una mayor dedicación a este trabajo. Pero eso no quiere decir que no siga enseñando, ya que realizó talleres en diferentes juntas de vecinos de la región.
¿Cuáles son los productos de lana que ofrece a la gente?
- Son tres en este momento: copitos de colores (lana para aplicaciones a telar), lana pompón (vellón merino para la aplicaciones a telar) y lana mecha (vellón merino planchado, teñido y cortado).
¿Tiene algún lugar físico para vender sus productos?
- Aún no, estamos trabajando para lograr tener pronto un lugar estable. Pero mientras tanto me pueden pedir productos al fanpage o encontrarme en diferentes expos de la ciudad.
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