Miles de ciudadanos vestidos de blanco salieron ayer a las calles de las principales ciudades españolas para pedir que el Gobierno español y el de Cataluña busquen una solución dialogada para poner fin a la tensión provocada por el desafío independentista catalán.
La iniciativa, promovida desde las redes sociales por la plataforma "Hablamos?", congregó a millares de personas en las sedes de los gobiernos locales de toda España, con Barcelona y Madrid a la cabeza, para solicitar sensatez y recuperar la vía política tras la consulta secesionista del 1 de octubre, y a falta de tres días para la sesión plenaria del Parlamento de Cataluña en el que previsiblemente se debatirá sobre la declaración unilateral de independencia.
En barcelona
En la plaza Sant Jaume de la capital catalana, donde se localizan las sedes del Ayuntamiento y el Gobierno catalán, se escucharon proclamas como "el pueblo catalán no quiere división", "sí se puede" o "queremos hablar", en un tono pacífico y sin exhibir banderas.
Aunque no había sido convocada por ningún partido, a la concentración acudieron representantes del Partido Socialista de Cataluña (PSC), entre ellos, su líder, Miquel Iceta, quien reclamó una solución desde la negociación y sin "decisiones unilaterales".
En Madrid, la movilización llenó la céntrica Plaza de La Cibeles para también reclamar diálogo y exhibiendo carteles con mensajes como "#Hablemos", "#Falemos", "Parlem? Espanya es diversa".
Según EF, en una lona extendida en el suelo los participantes escribieron mensajes como "Soy catalana y amo Madrid" o "Este país ya hizo la guerra una vez, nunca mais!".
El presidente regional de Cataluña, Carles Puigdemont, ha insistido en que va a implementar los resultados del referéndum de secesión ganado por el "Sí". El Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, reclama que la consulta fue ilegal y prometió que no se permitirá la secesión.
"alto al fuego"
Santi Vila, consejero de Empresa en la Generalitat catalana, dijo el viernes en la emisora Cadena SER Radio que está presionando para abrir una "nueva oportunidad al diálogo" con las autoridades españolas.
Vila dijo oponerse a que Cataluña haga una declaración unilateral de independencia en este momento y propuso crear un comité expertos de ambos bandos para buscar una solución a la crisis política.
Como consignó ayer AP, no está claro hasta qué punto está extendida la posición moderada de Vila en el gobierno catalán, que se ve presionado por los grupos independentistas de base y el partido de ultraizquierda CUP para que declare pronto la independencia.
Triunfo electoral
Los separatistas afirman que ganaron el referéndum del 1 de octubre, mientras que el Gobierno de España asegura que la votación fue ilegal, inválida e inconstitucional.
Menos de la mitad del electorado votó en la consulta, empañada por acusaciones de un padrón inváldo y por votantes que acudieron en más de una ocasión a sufragar. Pero también por una operación policial que intentó impedir la votación a base de sacar votantes de centros electorales o golpear violentamente a adherentes de la independencia.
Los legisladores catalanes independentistas tenían previsto debatir un plan de secesión mañana, pero la sesión del Parlamento regional fue suspendida por el Tribunal Constitucional español.
Sigue la estampida de empresas
La firma Aguas de Barcelona trasladará "de forma temporal" su sede social de Barcelona a Madrid debido a la situación política que vive Cataluña, informó ayer la compañía. La decisión se tomó "con el fin de preservar la seguridad jurídica de los inversionistas". La incertidumbre que genera el proceso soberanista ha hecho que firmas como CaixaBank, Gas Natural, Banco Sabadell, Naturhouse y Dogi, entre otras, hayan decidido mover su sede a otras ciudades españolas, decisión que tienen sobre la mesa otras empresas catalanas.
de octubre hablará Carles Puigdemont, presidente del Gobierno catalán, a la Cámara regional. 10
de los votantes apoyó la independencia de Cataluña. Votaron 2,28 millones, el 43% del padrón. 90,18%