Aprendizaje permanente
El adulto mayor puede mantenerse activo cognitivamente y seguir aprendiendo, gracias a que el cerebro conserva una considerable plasticidad, permitiendo que las células nerviosas puedan desarrollar, mantener y reorganizar sus conexiones. Por este motivo es fundamental realizar actividades socioeducativas o culturales permanentes, que ayudan a la mantención del cerebro activo, gracias a la estimulación de sus funciones ejecutivas.
Vida sana
La construcción temprana de un estilo de vida saludable se convierte en un factor protector relevante, frente al proceso de envejecimiento. De tal forma que una dieta saludable, actividad física de manera regular, mantener relaciones interpersonales activas y cercanas, dormir bien, afrontamiento positivo al estrés, cultivar una amplia gama de intereses y hobbies son acciones concretas para enfrentar exitosamente esta etapa del ciclo vital.
Combata la rutina
Es fundamental involucrarse en actividades que supongan esfuerzos cognitivos y que rompan la comodidad de la rutina y la monotonía cotidiana. El aprendizaje de situaciones nuevas llevaría al establecimiento de conexiones neuronales diferentes a las que corrientemente se utilizan, enriqueciendo la plasticidad cerebral y el desarrollo de reserva cognitiva necesaria para compensar los cambios que acompañan al proceso de envejecimiento normal.
Situaciones nuevas
Un buen ejemplo puede ser leer un libro de un género diferente al que normalmente elegimos; visitar y conocer lugares nuevos; probar nuevos caminos hacia el trabajo o hacia el regreso; conversar con gente con la que nunca se haya hablado; usar la mano no dominante para realizar tareas como peinarse, cepillarse los dientes o abrochar botones; hacer las cuentas mentalmente en el supermercado, para luego compararlas con el resultado que ofrece la cajera.