El suizo Roger Federer no pudo evitar ayer un llanto emotivo al batir al croata Marin Cilic (6 ATP) en cinco sets; 6-2, 6-7 (5/7), 6-3, 3-6 y 6-1 en la final del Abierto de Australia. La victoria agiganta la leyenda del helvético y le permitió llevar a 20 su récord de victorias en torneos del Grand Slam.
"Estoy muy feliz, es inevitable. Es un sueño hecho realidad, el cuento de hadas continúa para mí. Después del gran año pasado, esto es increíble", declaró entre lágrimas en la entrega de trofeos.
"Es por ustedes, los que están en este estadio, por los que sigo entrenando, gracias por todo. Y a mi equipo, les quiero", dijo antes de romper a llorar, con la voz cortada por la emoción.
éxitos sin fin
Federer, de 36 años y que jugaba su trigésima final de Grand Slam, ganó por sexta vez en Melbourne, igualando el récord del torneo, que ahora comparte con el serbio Novak Djokovic y con el australiano Roy Emerson.
Su cuenta de victorias y derrotas en Melbourne es de 94-13, mientras que en Grand Slam alcanza las 332-52.
En la batalla por la historia, Federer se convierte en el primer jugador que alcanza los 20 trofeos grandes, cuatro más que su gran rival, el español Rafael Nadal, que se retiró en cuartos ante Cilic.
Tras cuatro años sin ganar un "grande", el suizo lleva ahora tres de los últimos cinco.
Federer se convirtió en el segundo hombre de más edad que gana un Grand Slam en el formato actual de abiertos, por detrás de Ken Rosewall, que ganó el Abierto de Australia de 1972 a los 37 años. "Fue un viaje increíble para mí llegar hasta la final. Tuve una pequeña posibilidad al principio del quinto, pero Roger jugó un gran set", explicó Cilic.
Federer comenzó sin tregua, con quiebres en el primer y tercer juego y forzando al croata a sacar una nueva raqueta tras apenas 12 puntos. Federer solo admitió dos puntos en su servicio en el primer set, que duró 24 minutos y se jugó bajo techo en la Rod Laver Arena debido al calor extremo.
Pero Cilic remontó en el segundo, y al no lograr un punto de set en el servicio de Federer en el décimo juego, igualó el marcador en el tiebreak. Federer se llevó la tercera manga en 29 minutos y estaba a punto de lograr la cuarta cuando Cilic logró igualar. Cilic tuvo dos ocasiones de romper el servicio en el primer juego del quinto, pero las desperdició con dos errores no forzados. De ahí en más, Federer salió al encuentro de un nuevo título.