Virginia Núñez Alveal y Milton Bitelbick Schoen-ffeldt integran un matrimonio de valdivianos que después de haber vivido cuatro años en Ciudad de México regresaron a la capital de Los Ríos a emprender con ChileGüey, salsas picantes hechas al estilo del país norteamericano.
"Yo trabajé por muchos años en Telefónica del Sur, además soy locutora y mi marido es tecladista de'Sexual Democracia', pero además somos pastores de la Iglesia Gracia y Paz y nos pidieron que viajáramos a México a abrir una sede de la iglesia", comentó Núñez.
¿Por qué el nombre ChileGüey?
-Porque es una mezcla de sabores y de texturas. Además, hicimos una mixtura con los nombres chile, porque así se le dice al ají en México y güey, que define el término "amigo" en ese país.
¿Fue muy complejo dejar el país?
-La verdad es que en parte sí, porque ninguno de nuestros amigos, familiares y conocidos pensaba que íbamos a dejar nuestros trabajos estables por ir a evangelizar, pero lo hicimos.
¿Allá fue dónde aprendieron a hacer las salsas?
-Claro, porque mi esposo trabajó con Los Ángeles Negros, Hernaldo, Natalino y muchos artistas más. Ahi nos tocaba tener muchas comidas y ahí comenzamos a ver que los mexicanos apoyaban muchos alimentos con salsas.
¿Cómo nació ChileGüey?
-Porque cuando regresamos, lo primero que nos dijeron los amigos fue que les preparáramos comida mexicana, y acá es difícil poder hacer chilaquiles, por ejemplo, porque no están todos los ingredientes, pero sí las salsas.
¿Cuáles son las salsas que producen?
-Tenemos dos hasta el momento: Pica Rico y Pica Tantito, hechos con productos traídos desde allá, pero los mezclamos con ingredientes chilenos. Además, son súper naturales, porque usamos aceite de oliva y sal de mar.
De hecho, en nuestro emprendimiento, Milton tiene el sabor para las salsas, porque aprendió a cocinar muy bien allá y yo me encargo más de las ventas y de la imagen, como de la arpillera de colores y de la etiqueta.
¿Qué es lo que rescatan de la estadía allá?
-Que nos dimos cuenta de que todos los seres humanos tenemos la capacidad de emprender. Cuando regresamos a Valdivia yo dije que no quería seguir apatronada, porque en México con la variedad de cosas que existen, puedes emprender con muy poca inversión.
¿Cuál es la diferencia con Chile?
-Acá te piden muchos más papapeles cuando quieres emprender. Tanto del Servicio de Salud como municipalidad.
Además y aunque no lo crean, somos mucho más puntuales y trabajadores que los mexicanos.
Los mexicanos, eso sí, aman mucho su cultura y su comida, entonces prueban sabores distintos, vuelven a sus raíces, distinto a los chilenos, a quienes les encantan los sabores extranjeros.
¿Qué es lo que se necesita para emprender?
-Perseverancia y constancia. Más allá de si tu familia cree o no en ti. Tú tienes que tener la convicción de que tu emprendimiento va a resultar.
Va a haber momentos en los que las personas se desilusionan y bajan los brazos, pero lo importante es saber levantarse de las dificultades.
Yo he ido al Centro de Desarrollo de Negocios de Valdivia y ellos nos han apoyado mucho. Y nos hemos dado cuenta de que acá, en la región, los productos gourmet tienen mucha aceptación, por lo que si tienes un producto novedoso, sólo tienes que intentarlo.