Claudia Muñoz David
Para conocer los avances de la instalación del gobierno, el director nacional del Servicio Civil y presidente del Consejo de Alta Dirección Pública, Alejandro Weber, visitó Valdivia durante la semana pasada. Sostuvo reuniones con el intendente César Asenjo y con el alcalde de Valdivia, Omar Sabat.
Weber, quien asumió en marzo de este año, indicó que en la región de Los Ríos existen 43 cargos que son seleccionados a través del sistema de Alta Dirección Pública. De ellos, tres cargos están siendo concursados. Se trata de las direcciones del Servicio de Salud, del Sename y del Sernac. Además, 17 están en preparación.
Según la autoridad, "la llegada de los nuevos directivos públicos dependerá de la programación de los concursos. Estos duran cerca de 60 días, lo que es un tiempo muy optimizado. En el año 2007 eran 120 días, por lo tanto hemos reducido a la mitad la duración de los concursos. Esto es muy eficiente si lo comparamos con las prácticas del sector privado".
-¿Considera que la ley que perfeccionó al Sistema de Alta Dirección Pública ha sido efectiva con el paso de los años?
-El sistema de Alta Dirección fue creado en el año 2003 después de una crisis institucional muy fuerte, que fue el caso MOP-Gate. Por esto fueron desarrolladas una serie de políticas que buscaban introducir méritos y transparencia en la administración pública. Hasta esa época todos los directores nacionales y regionales de los servicios eran designados a dedo, hoy son designados a través de concursos abiertos y competitivos. Si uno mira el espectro general, el sistema se ha ido legitimando con el tiempo permanentemente. En 2003 teníamos cerca de 400 cargos. Hoy, si los sumamos, estamos hablando de cerca de 5 mil. Además, cada vez que se crea una nueva institucionalidad, buena parte de su legitimidad se juega a través del sistema de Alta Dirección Pública. Desde la legitimidad del mérito como motor de la productividad del Estado, el sistema se ha validado.
-¿Cree que ha sido efectivo para reducir el impacto que generan las rotaciones de autoridades de gobierno?
-Es importante mirar esto en relación a las desvinculaciones que han ocurrido en instalaciones previas, porque finalmente tenemos que tratar de comparar períodos similares. Si uno mira ese dato, en el segundo nivel jerárquico -que son cerca de mil 200 cargos a lo largo de todo el país y que incluyen a directores regionales y subdirectores de instituciones a nivel central- los números a cien días de gobierno son bien interesantes. Si comparamos 2014, en este período había salido cerca del 43 por ciento de los cargos de segundo nivel por desvinculación; hoy estamos en un 15 por ciento. Eso significa que hoy tenemos más continuidad de directivos que cumplen funciones técnicas.
-Si embargo el nuevo gobierno pidió a nivel regional que las autoridades que habían llegado por Alta Dirección Pública dieran un paso al costado ¿Por qué se produjo eso si el proceso de contratación está legitimado?
-El Sistema de Alta Dirección, para lograr su validación y sustentabilidad desde el origen, generó un modelo que es bien interesante y único en el mundo, porque equilibra mérito y confianza. Eso significa que el Consejo de Alta Dirección Pública se preocupa de validar que las personas que lleguen a los cargos cuenten con las capacidades para asumir esa responsabilidad, pero es la autoridad de gobierno -el Presidente de la República, los ministros o los jefes de servicios- los que toman la decisión de contratación o de salida. En estricto rigor estos cargos son de confianza, es decir, en cualquier momento la autoridad política puede pedir su salida. Por eso es súper interesante la continuidad. Si uno llevara el argumento al extremo, un nuevo gobierno podría eventualmente pedir que todos los cargos salgan. Si eso no ocurre, y ocurre solo en el 15 por ciento de los casos hasta el momento en el segundo nivel, significa que hay una señal de evaluación de la gestión y de mirar en el largo plazo quiénes cuentan con las capacidades y la visión necesaria para implementar un programa de gobierno. Eso es muy importante, porque los altos directivos públicos son los responsables de implementar el programa de gobierno. Por lo tanto se entiende que pueda haber salida de altos directivos.
-Entonces, la Alta Dirección Pública busca encontrar a la persona idónea para un puesto, pero eso no significa que se deba quedar por todo un período.
-Exacto. De hecho la salida de un alto directivo público puede ser por materias de desempeño y por motivos de confianza. Además, la confianza tiene muchas dimensiones. Los altos directivos públicos tienen que generar alineamiento con las autoridades. Lo importante es que la señal que ha dado el gobierno ha sido de prudencia, de evaluación y eso ha generado una instalación que a mi juicio ha sido ordenada.
-¿Cuál es la situación actual de los funcionarios a contrata? ¿Es ahora más difícil su desvinculación?
-Hoy en el Estado, según el último informe de la Dipres, tenemos 193 mil personas a contrata. Ese número ha crecido en un 120 por ciento en los últimos diez años, y eso significa que la contrata es el mecanismo fundamental como crece el Estado. Con respecto al ingreso y la remoción, el Servicio Civil tiene la potestad de dictar normas en materia de gestión de personas. Nosotros hemos dictado que como regla general el ingreso se haga a través de un proceso basado en el mérito, similar a la alta dirección. Sobre la salida, si uno mira la rotación histórica de la contrata, ésta no supera el 1,5 por ciento anual. Eso significa que son muy pocos contrata los que en promedio salen de la administración pública. Sin embargo, a la contrata siempre se le ha cuestionado su precariedad, pero la verdad es que en promedio una persona a contrata está cerca de 12 años en el Estado. Por lo tanto, es un empleo bastante estable. Efectivamente hoy la salida de las personas a contrata es más compleja, porque la Contraloría establece criterios más específicos sobre los que se debe fundar la salida de una persona, como términos de los programas, evidencia de desempeño insatisfactorio, entre otros en esa dirección. Debe haber una razón fundada si esa salida ocurre antes del período regular de las renovaciones.
-¿Cómo contribuirá a la administración del Estado el anunciado proyecto de Integridad Pública que regulará temas como el nepotismo?
-El impulso que ha dado el Presidente Piñera de avanzar en integridad pública y transparencia es fundamental para instalar el mérito. Todas las iniciativas que persigan generar mayor transparencia y oportunidades para que las personas con capacidades y talentos puedan desempeñarse en el Estado finalmente van en beneficio de todos los chilenos. No solo apuntan a generar confianzas, sino que también a mejorar en calidad de servicios. El punto es que todas las personas que tengan capacidades, con independencia de si están o no vinculadas con otras personas, debieran poder asumir funciones de liderazgo. Hay que ser muy cuidadosos con no generar una caza de brujas.