El próximo lunes 2 de julio, el Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia dará a conocer el fallo con la sentencia definitiva que recaerá sobre el ex piloto de la Fach, Ricardo Carrillo Fernández, encontrado culpable del delito de parricicio, por lo que podría ser condenado a perpetuidad simple.
En la Brigada de Homicidios de la PDI Valdivia, el comisario Ricardo Cabrini, quien formó parte del equipo investigador, reveló aspectos de la labor policial que comenzó el 28 de diciembre de 2016.
El comisario ratificó lo que declaró en el juicio, explicando que "desde un comienzo hubo pruebas y declaraciones, tanto del propio inculpado, como de otras personas que llegaron al sitio del suceso, que nos hicieron pensar que había incoherencias, que Ricardo Carrillo faltaba a la verdad y pretendía defenderse, simulando un asalto que jamás existió".
La BH, al periciar el cuerpo del bebé y comprobar las tres estocadas en su cuerpo y los golpes en la cabeza, se percató de que había una "desproporción respecto de las heridas de la guagua y las de él, que entre otros detalles, no correspondían a una persona que se haya defendido y protegiera a su pequeño hijo indefenso".
Además, dijo que contaron con el testimonio de un bombero y un funcionario del Samu de Lanco, "los primeros en llegar al lugar, quienes nos señalaron que él (Ricardo Carrillo) no estaba inconsciente, como dijo haber quedado".
Por lo mismo, recordó que "ese mismo día y al salir del hospital de Lanco hacia Valivia, ya estaba detenido por la Brigada de Homicidios".
Agregó que investigaron "a fondo el supuesto asalto y el robo de su teléfono celular y sus gafas. Sin embargo y pese a recurrir a métodos que nos permiten ubicar un celular robado, a través de información exclusiva que nos entregan las compañías telefónicas, éste celular jamás apareció reutilizado por otra persona, con otro chip, producto de que alguien lo haya comercializado, que imaginamos habría sido el propósito de haberlo robado".
También indicó que "habiendo empadronado prácticamente todo ese sector de Lanco, sus casas y familias, nadie había visto nada y a ningún sospechoso de haber circulado por ahí. Tampoco él (Carrillo) decía recordar alguna característica física o de vestimenta de sus agresores. No hallar el cuchillo o el arma homicida, no es revelante en una investigación, donde lo que importa es hallar al culpable y desenmascarar sus coartadas".
El comisario Ricardo Cabrini señaló que durante la investigación, en la que debían descartar el asalto y aclarar el parricidio, "la reconstitución de escena fue clave, porque ahí él escenificó lo que nos decía en palabras, pudiendo darnos cuenta y comprobar, que lo que decía resultaba incoherente".