Pablo Quintana Villanueva
Reuniones separadas con los representantes de la familia Gómez y el lof Michillanca, sostuvo ayer en la mañana el intendente César Asenjo, con el objetivo de encontrar una solución al caso que tiene a ambas partes enfrentadas desde hace 18 años por la propiedad de un terreno de 14 hectáreas en la localidad costera de Los Molinos, y que el jueves de la semana pasada culminó con un orden de desalojo y dos de las cinco viviendas de la comunidad mapuche destruidas por orden judicial.
Si bien el timonel regional agradeció a la familia Gómez el haberse allanado a detener la destrucción del resto de las casas, señaló que a la fecha no han respondido un requerimiento de la Conadi, que busca saber si están dispuestos a vender el terreno para posteriormente entregarlo al lof Michillanca.
En la reunión, el intendente pidió a la familia evaluar la venta y contestar.
Segunda reunión
En cuanto a la segunda reunión, César Asenjo conversó con el werkén del lof Gabriel Troncoso Michillanca y con la abogada de la comunidad María Fernanda Catalán, a quienes aseguró que se dispondrá de "toda la voluntad de colaborar a solucionar todos los conflictos y abordarlos de una manera responsable y con diálogo permanente".
En el caso de que los hermanos Gómez decidan vender la propiedad de 14 hectáreas, explicó la autoridad, se desarrollará un proceso a través de la Conadi, en el cual se hará la medición topográfica del sitio y a continuación, el avalúo fiscal para establecer un precio. "Fuimos muy sensatos en plantear que esto lo vamos a evaluar con el presupuesto del año 2019, atendiendo a que ellos tienen una aplicabilidad aprobada", dijo.
Una larga historia
Gabriel Troncoso contó que su familia ha vivido "desde siempre" en la zona: de hecho, en 1912 se le otorgó título de merced a la comunidad José del Carmen Pichún, a la cual perteneció su bisabuelo José Michillanca. Varios decenios más tarde, Rosamel Michillanca -hijo del anterior y abuelo de Gabriel- vendió en 1974 un retazo de cerca de 400 metros cuadrados a José Luis Gómez. "Lo hizo en cuatro cuotas: la primera fue pagada, pero al ir a buscar el dinero de la segunda, este señor Gómez ya se había apropiado de las 14 hectáreas, con ayuda de uniformados. Esto significa que los hermanos Gómez, sus hijos, heredaron algo robado", alegó.
Junto con recordar que la del jueves recién pasado fue la cuarta vez que los desalojan (antes sufrieron la misma medida en 2004, 2007 y 2013), Troncoso manifestó esperar que "ellos decidan vender el terreno a la Conadi. Somos una comunidad abierta al diálogo, y lo que pasó es simplemente querer criminalizarnos".
Finalmente, la abogada y miembro del lof, María Fernanda Catalán, subrayó que "el único obstáculo actualmente es la indecisión de la familia Gómez, porque dentro del proceso de reivindicación la comunidad ya hizo su parte y que concluyó con la aplicabilidad (su demanda por el terreno tendría sustento histórico)".
José Luis Gómez, uno de los propietarios del terreno en Los Molinos, expresó que "en vista de las circunstancias y todo el revuelo que se armó, estamos dispuestos a vender, siempre y cuando sea a un precio razonable y prudente, porque no lo vamos a regalar". Contó que en el lugar tenían pensado construir cabañas turísticas y por eso se negaban en un principio. "Ahora, esperamos que la Conadi tase el terreno y ponga su precio, para después llegar a conversaciones con ellos", dijo.
Familia Gómez está dispuesta a vender