Algunos de los principales pesos pesados de la Casa Blanca aprovecharon ayer los programas matinales para salir en defensa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante la reciente publicación de informaciones que apuntan la existencia de una resistencia en el seno de su Gobierno.
"Este presidente es duro y exigente. Quiere las cosas hechas para ayer y creo que esa es una de las razones por las que hemos logrado tanto en tan poco tiempo", sostuvo el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, durante una entrevista con la cadena CBS.
El republicano quiso contrarrestar así las dudas sobre las capacidades del Mandatario, surgidas después de que la semana pasada salieran a la luz algunos extractos del nuevo libro del periodista Bob Woodward y una columna de opinión anónima firmada por un "alto cargo del Gobierno", publicada por "The New York Times".
Ambos textos apuntan a la existencia de un movimiento interno en la Casa Blanca que trabaja en la sombra para frenar a algunas de las decisiones del Mandatario, mediante métodos como ocultarle documentos oficiales que esperan su firma.
"Estos hechos me son muy ajenos y no soy consciente de momentos en los que hayan podido ocurrir", dijo Pence, quien tras la publicación del artículo anónimo el miércoles se apresuró a negar ser el autor del mismo.
Por otro lado, en entrevista con CNN, la consejera de Trump, Kellyanne Conway, reconoció no saber si el autor de la columna había "violado la ley", pero sí mostró tajante al decir que no le había prestado ningún servicio al país.
"Ciertamente espero que quien haya sido no acabe recibiendo la bienvenida de un héroe, con la alfombra roja, porque realmente, ¿qué ha conseguido actuando de esta manera cobarde? Da un paso al frente y di 'no estoy de acuerdo con la política de este presidente'. Ha puesto la ciudad (Washington) patas arriba", dijo la asesora.