A cuidar también el bolsillo
Aparte de lo valioso que resulta respetar los consejos para mantener la salud, hay que escuchar a los expertos en economía. Hay muchos elementos en juego que facilitan que los presupuestos se escapen de las manos.
Los festejos de cada septiembre llegan siempre acompañados de los consejos que expertos entregan para evitar problemas derivados del excesivo entusiasmo por satisfacer al organismo, pero también aparecen voces que llaman a la cordura para que cuando retorne la normalidad no existan motivos de quejas por los gastos excesivos, especialmente cuando la celebración se extiende por demasiados días, como ocurre este año.
Son varios los factores que inciden para que las tentaciones a consumir de manera desmedida terminen por inclinar la balanza hacia el lado de los déficit y los ulteriores lamentos.
Hay muchos elementos en juego que facilitan que los presupuestos se escapen de las manos. En Valdivia, por ejemplo, hay una gran oferta de atracciones para celebrar Fiestas Patrias, porque a las permanentes se suman las ocasionales, las propias de la fecha, todo lo cual contribuye al surgimiento de tentaciones de las que se hace difícil escapar.
En el país entero se produce la avalancha de mensajes publicitarios de entidades de distinto orden, para que la ciudadanía adquiera bienes o compromisos financieros para que el festejo resulte intenso y prolongado.
Aquí es donde los expertos llaman a mantener la cordura y a gastar responsablemente, no solo para evitar los excesos en la bebida y la alimentación, lo que de acuerdo a nuestro carácter parece misión imposible, sino también a cuidar el bolsillo para que la conmemoración no se transforme en un dolor de cabeza una vez conocidos los balances.
Es posible celebrar Fiestas Patrias con moderación, en todos los sentidos. Ya se ha descrito lo que puede suceder cuando la ingestión alcohólica supera los límites de los razonable y también se ha enfatizado en la serie de riesgos que conlleva el consumo desmedido de alimentos que además son altos en grasas saturadas, por lo que no está de más atender a los llamados que formulan quienes entregan consejos para que la larga jornada no se convierta en una pesadilla económica.