Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunirán esta jornada en la ciudad rusa de Sochi, para abordar la situación en Siria, así como asuntos relativos a la cooperación bilateral, informó el Kremlin.
Los Mandatarios "debatirán asuntos de actualidad en la cooperación bilateral y la problemática del arreglo sirio", indicó la Presidencia rusa.
Putin y Erdogan ya tuvieron una cita hace 10 días, en Teherán, donde participaron de la cumbre tripartita sobre Siria con su homólogo iraní, Hasan Rohani. En la instancia, el Presidente turco pidió un alto al fuego en la provincia siria de Idleb.
Esta zona, sin embargo, forma parte del plan ofensivo del líder sirio Bashar Al Assad, programa que Rusia e Irán insistieron en apoyar para apoyar a Damasco.
Refugiados
Idleb se ubica en la frontera con Turquía, donde viven cerca de tres millones de personas, entre ellas cientos de desplazados de antiguos feudos insurgentes conquistados por las fuerzas gubernamentales sirias.
Ankara ha mantenido su posición sobre que una ofensiva militar podría significar una catástrofe para la población civil, desencadenando una nueva oleada de refugiados hacia Turquía.
"Estamos listos para asumir un papel en la lucha contra el terrorismo. Pero estamos en contra de que, con ese pretexto, se ataque a mujeres, niños, civiles", reiteró la semana pasada el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu.
Estados Unidos también exigió que Rusia e Irán detengan la ofensiva de las tropas de Al Asad contra Idleb.
"Cuando Rusia y el régimen de Al Assad dicen que quieren luchar contra el terrorismo, realmente quieren decir que quieren bombardear escuelas, hospitales y casas. Quieren castigar a los civiles que tuvieron el valor de levantarse contra Al Assad", denunció la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
En paralelo, los sirios ayer comenzaron a votar en las primeras elecciones municipales en más de seis años, por cerca de 40 mil candidatos que se disputan los 18 mil cargos. La consulta pretende ser una señal de la fuerza del Gobierno de Damasco, que con el respaldo de Rusia ha podido hacer importantes conquistas territoriales.