El corazón de Valdivia
En la obra "Un río y una ciudad de plata" (1965) el historiador Gabriel Guarda dedica una sección completa a nuestra plaza de la República (págs. 51-61), refiriéndose a ella con particulares adjetivos: "nuestra típica plaza", "el histórico rectángulo", "nuestro singular cuadrilátero"; ¿cuál es su importancia y trascendencia?...pues "dirijámonos al corazón de la ciudad, la plaza" nos dice Guarda, ¡aceptemos esa invitación!
Nuestros ancestros huilliches conocían la futura Valdivia como Aynil, y tenían en ella una gran cancha de palín o palihue. Ese sitio ceremonial fue el que los conquistadores eligieron como plaza "de Armas", delineando a partir de ella el resto de manzanas urbanas; fue el 9 de febrero de 1552 cuando realizaron el "solemne acto fundacional" que consistió en "la descripción de las ceremonias y el trazado de la planta, a partir de la plaza mayor, el padrón de vecinos, las ordenanzas y el auto de erección", apuntando Guarda como aquellos ritos "eran observados escrupulosamente en todas las fundaciones", mostrando por tanto "el carácter trascendente que se les asignaba" (Nueva Historia de Valdivia, pág. 27).
En 1599 la joven ciudad fue destruida por la rebelión mapuche de Curalaba, siendo abandonada 46 años. Aprovechando tal situación los holandeses intentaron, desde agosto a octubre de 1643, una empresa contra los españoles en una frustrada alianza con los huilliches. Se encontraron entonces con las ruinas invadidas por la vegetación y una espesa arboleda, por lo que se instalaron en el único sitio que permanecía despejado: la plaza. Posteriormente en 1645 los españoles repoblaron la ciudad, reconstruyéndola en base al plano original, trayendo incluso valdivianos sobrevivientes de 1599 que indicaron "el destino inicial de las diferentes construcciones"(N.H.V, pág. 41).
Así nuestra plaza es el centro originario absoluto de Valdivia, solemne, cívico, trascendente, su sola permanencia histórica atestigua la importancia que sus habitantes le asignaron desde hace ya más de 4 centurias y el respeto que por ella guardaron, porque "las plazas mayores son el centro de vida de las ciudades" y "fueron hechas para las fiestas públicas, religiosas, civiles y militares" (Un río y una ciudad de plata, págs. 51-52).
Juan Navarrete Espinoza Egresado de Historia Uach
Reciclaje de neumáticos
Los neumáticos son uno de los productos más contaminantes de nuestro entorno y en Chile se consumen alrededor de 6,5 millones de unidades al año. Lamentablemente, una vez en desuso no es raro encontrarlos abandonados en nuestras calles, ríos, humedales o quebradas, pero estamos trabajando para cambiar esta triste postal.
Recientemente fue publicado el anteproyecto de metas de recolección y valorización de neumáticos, el primer paso para que los productores e importadores se hagan cargo de ellos una vez que termine su vida útil, enmarcado en el proceso de implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP).
En la Región de Los Ríos, los desafíos para la reutilización de los neumáticos son alentadoras, pues esta Ley REP crea una oportunidad para su revalorización y el desarrollo de nuevos negocios. Por ejemplo, se pueden transformar para construir ciclovías, carreteras, pisos de caucho, relleno para canchas de pasto sintético o, incluso, maceteros.
Las metas establecidas son ambiciosas: en 10 años más las empresas que introducen al mercado los neumáticos estarán obligadas a recolectar y valorizar el 90% de estos productos usados en vehículos livianos, buses, camiones, maquinaría agrícola y de construcción, entre otros.
Los objetivos, que comenzarán a regir desde 2021, son un desafío relevante para las compañías, pero imprescindible para que Chile avance desde una economía con un modelo lineal de producción hacia una economía circular, que es la que busca reducir al mínimo la generación de residuos.
Actualmente se recicla sólo el 17% de los neumáticos fuera de uso, por lo que obligar que se valorice el 90% de estos productos es un hito para el país.
Chile es de lo países OCDE que menos recicla, y tenemos un tremendo desafío para seguir siendo un país líder en el tránsito hacia el modelo sustentable de la economía circular.
Carolina Schmidt Ministra de Medioambiente
Demasiado cemento
Recientemente hemos desarrollado el primer control ciudadano de las obras de la parte 2 del Parque Catrico. Con sorpresa hemos detectado una gran presencia de cemento y palmetas de baldosas en vez de pasto verde como era nuestra propuesta. La sorpresa es mayor al enterarnos de que el cemento rodea todo el perímetro del Parque con un gran costo financiero.
Por otra parte, existen obras dentro del Parque Catrico propuestas por la ciudadanía, las que no se tomaron en cuenta aduciendo falta de recursos. Pienso que sería de sentido común reducir el cemento y las palmetas, destinando ese dinero a las obras deseadas socialmente.
Nilo Zúñiga C. nilzuniga@yahoo.com