Periodista
Usar el término neandertal como insulto, principalmente aduciendo a conductas retrógradas, al parecer está equivocado.
Sí, porque a pesar de que hasta los años 90 las investigaciones genéticas seguían respaldando la idea de que los neandertales no tenían nada que ver con los humanos modernos, en 2010 un estudio del Instituto Max Planck demostró que los europeos eran descendientes de los neandertales, comprobándose que habían heredado el 4% de sus genes. Pero no se trataba de genes irrelevantes: uno de ellos estaba vinculado al lenguaje. Sumado esto a investigaciones posteriores, se ha ido confirmando que en realidad los neandertales "no eran gentes primitivas que aullaban como animales", sino que utilizaron utensilios, enterraron con dedicación a sus muertos y hablaron su lenguaje con fluidez.
Este es uno de los mitos que derriba "¡No seas neandertal! Y otras historias de la evolución humana" (Debate, 2018), de la paleoantropóloga Sang-Hee Lee y el periodista científico y escritor Shin-Young Yoon, ambos de Corea.
Alentando la curiosidad en cada una de las 323 páginas del libro, se presentan 22 ensayos o relatos que se sugiere pueden ser leídos en el orden que al lector le plazca y que fueron inspirados por las interacciones de la propia Sang-Hee Lee, con sus alumnos universitarios. Canibalismo, el gusto por la carne, el nacimiento de la paternidad, la existencia de King Kong, la raza y el color de piel, son parte de los temas abordados, siempre con énfasis en los debates actuales y los hallazgos más recientes.
Uno de los puntos polémicos, digamos para un lector no iniciado, lo presenta en el capítulo dedicado a la agricultura, en donde plantea que esta actividad no aportó salud ni prosperidad al ser humano, ya que tras su adopción se volvió más vulnerable a muchas enfermedades y abrió la puerta a la desnutrición. Además, trajo una forma de vida sedentaria y al permitir la generación de excedentes, estratificó la sociedad en clases.
Daniel
Carrillo