Claudia Muñoz David
No solo hubo recetas deliciosas en Saborea Valdivia. También hubo espacio para conversar sobre alimentación saludable. El doctor en Nutrición y Alimentos y profesor del departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Rodrigo Valenzuela, participó en el evento de gastronomía gourmet Saborea -desarrollado durante el fin de semana en Valdivia- para hablar sobre la leche. Y, especialmente, para derribar mitos en torno a ella y a sus productos derivados.
Que un meme en Facebook dice que no es sana, que en la cadena de WhatsApp indican que producirla genera demasiada contaminación, que en Twitter pusieron que produce cáncer o que provoca autismo. Para el especialista, "las redes sociales han hecho que la gente tome decisiones importantes sobre sus hábitos alimenticios y su estilo de vida centrándose en información falsa". Y entregar datos basados en estudios científicos fue su tarea en la capital de Los Ríos, labor impulsada por el Consorcio Lechero a través del programa "Gracias a la Leche".
Valenzuela destacó que "la leche es un alimento muy bueno para el ser humano, desde el punto de vista de las proteínas, los hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales. Hoy sabemos que es una excelente herramienta para prevenir la obesidad. Hablamos de la leche sola, sin azúcar ni cereal. Hay que volver a tomarla como antes. También tiene efectos anticancerígenos vinculados sobre todo al cáncer de mama y de colon. Los lácteos -leche, yogurt y queso- tienden a disminuir los riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares, particularmente infartos. Por eso estamos trabajando para promover mucho el consumo de leche blanca. Para el sabor se puede tomar la leche con café o té, pero es el azúcar el problema".
En cuanto a los quesos, dijo que los mantecosos y fermentados han demostrado efectos cardioprotectores. El problema es el pan con el que suele ser consumido, o las pastas.
Valenzuela recalcó que todas las personas deberían beber leche - o comer queso o yogurt- siempre, sin importar la edad. "En el caso de los adultos mayores, el consumo de lácteos asegura una excelente salud del tubo digestivo, por el efecto de los prebióticos y probióticos que encontramos, además de la conservación de la masa muscular y de los huesos", explicó. Aseguró que es un mito que la leche solo sea beneficiosa para los niños. "Es un error. El calcio lácteo no solo termina en los huesos, también en los músculos. Desde ese punto de vista necesitamos un consumo permanente, porque el metabolismo de los huesos funciona hasta que uno se muere. Es necesaria una nutrición adecuada. La dieta mediterránea mejora la salud cardiovascular y previene las fracturas. Se trata de poblaciones que tienen un alto consumo de lácteos", agregó.
Los mitos
¿En qué momento comenzó la leche a tener mala fama? El experto recordó que su incorporación en los programas de salud del Estado fue clave para terminar con la desnutrición en Chile. "Hasta finales de la década del '70 teníamos altísimas tasas de desnutrición materno infantil y mortalidad infantil. Éramos un país muy pobre y extremadamente atrasado. Los programas de salud en base a leche nos permitieron derrotar la desnutrición y ya a mediados de la década del '80 prácticamente ya no teníamos. Chile es el único país de América Latina que derrotó formalmente el problema, incluso sobre Uruguay y Costa Rica", expresó.
Sin embargo, con la llegada de las redes sociales, Valenzuela indicó que "comenzaron a circular muchas informaciones que no poseen base científica, pero que aterran a las personas. Muchos hemos llamado a esto 'el nutriterrorismo', con el que se le atribuyen a los alimentos efectos terribles. Pero si revisas la literatura científica no hay nada que indique que la leche es nociva para el ser humano".
El profesional explicó que el único problema que actualmente se tiene con respecto a este alimento es la alergia a la proteína de la leche de vaca. "Las alergias alimentarias están aumentando en el mundo. No solo a leche de vaca, también al maní, a la soya, a algunas frutas, carnes y pescados. Sin embargo, generalmente la alergia a la proteína de la leche de vaca suele dejar de afectar a los niños después de los dos años; otras, como la de la soya, permanecen", contó.
Bebidas vegetales
El experto explicó que es necesario dejar de creer que las bebidas vegetales, como la derivada de la almendra o la soya, son leche. "Se trata de jugo, no de leche. Nutricionalmente, en términos de calidad nutritiva y de impacto, ninguno de estos alimentos compiten con la leche de vaca. Si a un niño se le da leche común y corriente y a otro jugo de soya, el crecimiento de este último se estacará. Los chilenos comenzaron a aumentar de talla por la leche. ¿Cómo va a ser más barato producir un litro de jugo de almendra que uno de leche? Lamentablemente, en redes sociales, se inventan muchas cosas. Sin embargo, no tienen estudios que los avalen. La leche sufre algo similar a lo que ocurre con las vacunas. La gente desconoce lo que pasaba antes", dijo.