Cifras recientes dadas a conocer por la Fundación Paz Ciudadana y comentadas por las autoridades regionales hablan de una baja en la victimización de los hogares, pasando de un 39,5% en 2017, a 36,4% en 2018. También señalan disminución en la percepción de temor, de un 16,6% el año pasado, a un 10,4% este año.
Sin duda que estas informaciones son positivas, pero ellas no significan que la tarea contra la ocurrencia de delitos haya terminado. Muy por el contrario, implican que las buenas decisiones tomadas deben ser reforzadas; lo mismo que proyectar iniciativas como el Sistema Táctico de Operación Policial (Stop), la coordinación con vecinos y el trabajo conjunto entre policías y Fiscalía.
Frenar la labor preventiva porque hay avances sería equivocado. También lo sería pensar que estos índices son fruto solo de esfuerzos recientes, desconociendo el trabajo constante desplegado en los últimos años.
De acuerdo a las estadísticas de la Superintendencia de Prevención del Delito, las denuncias por hechos de mayor connotación social (robo con violencia, con intimidación, por sorpresa; lesiones, homicidio, violación y hechos contra la propiedad) han registrado bajas desde 2016. Ese año hubo 8 mil 152; en 2017 fueron 7 mil 415 y en 2018 van 5 mil 266. Lo mismo sucede con las llamadas "incivilidades" (hechos que afectan la calidad de vida de las personas como riñas callejeras, consumo de alcohol y drogas en la calle, rayado de muros). En 2016 hubo 8 mil 606 denuncias, al año siguiente subió a 9 mil 962 y este año registran 7 mil 586.
Es decir, se nota un esfuerzo en el tiempo, que debe ser mantenido con un sentido de continuidad.
Esto es especialmente necesario en materia de control de venta y consumo de drogas y alcohol, pues los hechos relacionados con estas conductas evidencian alzas en nuestra zona y no solo en algunos sectores poblacionales acotados; sino en muchos.
Por lo anterior es importante, además, reforzar campañas de prevención, sobre todo ahora que se acerca la temporada de verano, aumenta la cantidad de visitantes y la sensación de inseguridad en las calles, tiende a multiplicarse.