Arreglos en paseo turístico valdiviano
No es buena fecha para hacer obras de mejoramiento, pero en una ciudad lluviosa se hacen escasas las alternativas. Es necesario que la comunidad y las autoridades colaboren para que el impacto de los trabajos resulte menor. Por ejemplo, es preciso cuidar la limpieza.
Varias obras de mejoramiento se realizan en la costanera de Valdivia. Por una parte se repara el socavón frente al Cementerio Alemán; por otra se mejora las instalaciones de la Feria Fluvial y además se avanza en la primera etapa de un arreglo profundo y de largo plazo, que comenzó en el sector del helipuerto.
Se trata de trabajos importantes, con inversiones locales y sectoriales mayores, que en el largo plazo cambiarán el rostro del principal paseo público de la capital de Los Ríos. Lamentablemente su ejecución coincide con la temporada turística alta y su desarrollo afecta la imagen de la ciudad; pero sabiendo del clima local, es obvio que no se podría avanzar mucho en meses más lluviosos. En esa característica está la explicación para las fechas elegidas. Contraproducentes, pero inevitables.
Es de esperar que el sacrificio de este año genere ventajas en los próximos, cuando se pueda disfrutar de los cambios. Pero mientras eso sucede, es necesario que la comunidad y las autoridades colaboren para que el impacto resulte menor.
Por ejemplo, extremando cuidados con el manejo de la basura. En los días recientes, junto a la ubicación provisoria de los comerciantes de la Feria, cerca del puente Pedro de Valdivia, se ha registrado una multiplicación de desechos, que no alcanzan a ser atendida por las cuadrillas municipales de limpieza. Es decir, además del desorden que naturalmente generan los trabajos de este tipo; se aprecia suciedad, que es perfectamente evitable si se aumenta la frecuencia de retiro (sobre todo en fines de semana) y los usuarios se hacen responsables.
Por otra parte, falta regular los estacionamientos. Aquellos que la municipalidad eliminó frente al Mercado fueron literalmente "tomados" por cuidadores independientes que ubican ahí vehículos y cobran según sus propios criterios, causando más caos que cuando ese lugar era usado por camiones cargados con mercaderías.
Atender estos detalles es preciso, considerando que la Costanera junto al muelle Schuster debiera ser un lugar seguro y limpio, para ofrecer alternativas a las familias que eligen esta zona para sus vacaciones.