Hace un mes la Cámara de Diputados aprobó por amplia mayoría solicitar al Presidente Sebastián Piñera la creación de un ministerio del Adulto Mayor, idea formalizada gracias a una iniciativa de un grupo transversal de parlamentarios, que integró también el representante de Los Ríos Patricio Rosas.
Basaron su solicitud en el aumento evidente de la población mayor de 60 años que hay en el país y los desafíos que ello plantea, los cuales no se pueden abarcar solamente con la estructura actual del ministerio de Desarrollo Social, donde está radicado el Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Esta inquietud está en concordancia con la adopción por parte de Chile de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que acordó en junio de 2015 la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y que Chile incorporó en septiembre de 2017.
En ella los Estados se comprometen a "dar prioridad al tema del envejecimiento en las políticas públicas" y a tomar medidas para garantizar que las personas mayores "puedan seguir disfrutando de una vida plena, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración y participación activa en las esferas económica, social, cultural y política de sus sociedades".
Cumplir con estas tareas no es sencillo hoy y se hará cada vez más complejo, pues las expectativas de vida en Chile ya se empinan por sobre los 80 años y todo indica que seguirá aumentando la cantidad de habitantes que llega o supera esa meta. Un Senama con pocos recursos simplemente no dará abasto.
El Ejecutivo deberá estudiar ahora la propuesta de los diputados, en un proceso que puede durar varios años (recordemos el largo trayecto del ministerio de Medioambiente, Ciencia, el de Cultura, o el de la Mujer, por nombrar los más recientes) pero comenzará a gestarse una discusión profunda respecto de un tema que se hace ineludible. Más para regiones como Los Ríos que presenta uno de los más altos porcentajes de envejecimiento del país en relación a su población.