María Alejandra Pino C.
En 1980 se realizó en el Hospital Base Valdivia (HBV) el primer trasplante renal. Desde esa fecha a la actualidad, se han efectuado 481, a pacientes que provienen desde Valdivia hasta Punta Arenas, ya que el HBV es referente de la macro zona sur austral en este tipo de intervención.
En promedio, se realizaban entre 15 y 16 trasplantes anuales. En 2017 fueron 17 y en 2016, 18. Sin embargo, esta cifra ha bajado y el año pasado se registraron 13 trasplantes. De estos, once por donante cadáver y dos por donante vivo.
En tanto, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Salud, a nivel nacional hubo 212 órganos trasplantados por donantes fallecidos. Estos, en los 22 centros existentes en el país, ubicados principalmente en la región Metropolitana.
¿Por qué en 2018 bajó el número de trasplantes? Verónica Gallardo Morales, enfermera y encargada del Programa Trasplante y Procuramiento de Órganos del HBV, explicó que una de las razones es la disminución de los donantes.
En Valdivia, no hubo donantes el año pasado. En 2017, se registraron dos y en 2016, cinco. Por lo tanto, los pacientes trasplantados recibieron el riñón desde otros hospitales.
Víctor Hugo Jaramillo, director del Servicio de Salud Valdivia, enfatizó en la importancia de que las personas hagan saber su deseo de donar y que esa decisión sea respetada por sus familiares.
"Las familias que han donado órganos de sus seres queridos, han donado vida mediante una acción voluntaria, altruista y gratuita, contribuyendo con una acción concreta a mejorar las condiciones de salud de la población, de manera colaborativa y generosa, desde la esperanza", expresó.
Condiciones
¿Quiénes pueden ser donantes? Verónica Gallardo explicó que existen dos tipos de donantes: vivo y cadáver.
El donante vivo debe tener una salud apta para serlo. "Inicialmente tenía que haber consanguinidad, pero la ley en Chile ha cambiado y ahora puede existir un vínculo familiar, por ejemplo cónyuges, hermanos adoptados. Y ahora se está abriendo al donante altruista o al cruzado".
El primero, se refiere a aquella persona que voluntariamente decide donar sus órganos a un receptor desconocido y el segundo, a cuando los donantes vivos y sus receptores no son compatibles para el trasplante, pero el donante de cada pareja es compatible con el receptor de la otra.
En tanto, el donante cadáver es aquella persona que fallece en condiciones de poder donar y la familia acepta la donación. "La familia no decide si dona o no un órgano de un familiar, sino que debe aceptar lo que en vida la persona quería. En Chile, todas las personas mayores de 18 años una vez fallecidas son donantes de sus órganos a menos que en vida ellos hayan manifestado su negativa a la donación, que se manifiesta, según la ley, expresándola a través de un papel notarial donde señale que no quiere ser donante. Si yo no quiero serlo, no fui a hacer el trámite y le digo a mi familia que no quiero que me extraigan los órganos ésta es la garante de esa decisión final. Y si quiero ser donante, también es bueno manifestarlo a la familia ", explicó.
¿Cuándo un cadáver está en condiciones de donar? En Chile sólo son considerados como donantes aquellas personas fallecidas por criterio neurológico, es decir, por muerte encefálica, llamada también muerte cerebral. "¿Qué quiere decir esto? Que es el cerebro el que finalmente dejó de funcionar", precisó Verónica Gallardo y añadió que "existen exámenes que nos permiten determinar aquello, ya que el diagnóstico debe ser fehaciente, inequívoco y unánime".
Además, indicó que del universo de personas fallecidas en Chile sólo el 2% muere por criterio neurológico y de ese porcentaje el 7% dona.
"Y por qué la gente no dona. Uno, porque la familia no sabe lo que el fallecido pensaba al respecto; dos, porque muchas veces los equipos médicos no somos capaces de transmitirle a la familia lo que significa la muerte por criterio neurológico", explicó. En ese sentido, sostuvo que la tarea es "siempre ir informándole a la familia de qué está aconteciendo con su familiar en la UCI".
"Además, la gente cree que por religión no puede donar; sin embargo, la mayoría de las religiones más tradicionales a nivel mundial está a favor de la donación o lo deja a decisión de cada persona", agregó.
En otra línea, dijo que el desafío es fortalecer la pesquisa de los posibles donantes, cuando ingresan a las urgencias o a la UCI, "es ahí donde los equipos médicos deben estar atentos y determinar si el paciente reúne las condiciones para ser un posible donante". Hay criterios que son excluyentes, como el VIH positivo, hepatitis B y C, entre otros.
Relevancia
El Programa Trasplante y Procuramiento de Órganos del HBV está integrado por un equipo de profesionales, médicos nefrólogos, urólogos, patólogo renal, enfermero, entre otros.
Sobre su relevancia, Víctor Hugo Jaramillo indicó que el centro de referencia regional de procuramiento de órganos y tejidos que existe en la ciudad desarrolla una compleja e importante labor en el proceso, desde que se considera un potencial donante, hasta que se convierte en donante efectivo, permitiendo que sea posible la donación de órganos y tejidos para luego ser trasplantados.
"Nuestra labor está enfocada en mejorar la calidad de vida de las personas y permitir el acceso oportuno a los usuarios del sistema de salud, fortaleciendo un modelo que garantice el correcto funcionamiento del centro regional de procuramiento que opera en el Hospital Base Valdivia, como centro de referencia de trasplantes renales para toda la macro zona sur austral, a través del despliegue de todas las acciones necesarias para que cada intervención se realice de manera oportuna, coordinada y exitosa", dijo.