Claudia Muñoz David
En el año 2017, la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, de Punucapa, comenzó un proceso de restauración que, poco a poco, le ha permitido recuperar su belleza y resaltar su valor histórico. Un valor patrimonial, porque se trata de una estructura edificada con las mismas técnicas usadas en las iglesias de Chiloé, que son Patrimonio de la Humanidad. Y también un valor comunitario, porque han sido los vecinos quienes han impulsado los cambios a través del Voluntariado Nuestra Señora de la Candelaria.
En 2017 empezaron y hasta ahora se ha logrado consolidar la estructura de la iglesia y reponer los revestimientos exteriores; se hicieron fundaciones nuevas porque el templo estaba muy débil, ya que carecía de ellas y -debido a la acción de algunos insectos que se alimentan de madera- se debió reemplazar algunas de sus secciones. Todo esto se llevó a cabo gracias al Fondo del Patrimonio del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio, además de una subvención municipal y de aportes de Comunidad Humedal.
A principios de este año la comunidad logró otro hito. Desde noviembre de 2018 y hasta el 20 de enero de 2019 se desarrolló la restauración de las pinturas del cielo del templo, que data en gran parte de fines del siglo XIX. Una recuperación que forma parte de una segunda etapa de intervenciones para la iglesia.
Macarena Almonacid, arquitecta del Taller Patrimonio & Restauro y responsable del proyecto, contó que "estas pinturas tienen un valor histórico relevante en la iglesia. Según los textos del padre Gabriel Guarda, fueron creadas por sacerdotes bávaros, capuchinos que llegaron al sur de Chile desde el sur de Alemania".
Con plantillas
El sistema de pinturas se compone de franjas que destacan los bordes del techo y tienen características florales. En el centro del cielo destaca un gran rosetón que además de poseer flores, tiene círculos y triángulos.
Según los expertos, las pinturas fueron desarrolladas a través de una técnica en la que se aplican los colores usando plantillas.
Sobre el significado de las figuras, Almonacid indicó que no existen antecedentes. "No se ha realizado una investigación histórica asociada a eso, pero tenemos entendido que gran parte de las iglesias capuchinas del sur de Chile, sobre todo en Los Ríos y en La Araucanía, tienen este tipo de pinturas. Nos da la impresión de que eran desarrolladas por estos sacerdotes, aparentemente personas muy cultas y artistas", expresó.
Fueron restauradas las pinturas que ya existían, pero además se crearon nuevas en una zona construida de manera reciente, una ampliación que va hasta la torre generada alrededor del año 1950, para que más fieles pudieran ingresar al templo. Las obras fueron desarrolladas por el restaurador Alfonso Valdebenito, quien ha trabajado en las iglesias de Chiloé.
"Los vecinos vieron progresivamente cómo se iba avanzando y las plantillas quedaron como muestra para que, el día de mañana, formen parte de una exhibición que dé a entender lo valioso de esta técnica", dijo Almonacid.
Este trabajo fue financiado por la Municipalidad de Valdivia, a través de una subvención que alcanzó los 20 millones de pesos, pero la restauración no terminará con la recuperación del cielo. Los vecinos, en reuniones realizadas en septiembre de 2017, habían coincidido en que se debían desarrollar proyectos de paisajismo, iluminación, reposición de elementos originales, pintura para las zonas interiores, trabajos que ayuden a evitar incendios e incluso la implementación de un museo. La idea es realizar todo esto, pero paso a paso.
nuevas intervenciones
Las intervenciones más próximas están relacionadas con la pintura de las paredes y de las columnatas, además de la restauración de la Virgen de la Candelaria- dañada durante un incendio ocurrido en el año 2000 y que perjudicó parte de su rostro- y de dos figuras: la de San Sebastián y la de la Sagrada Familia.
En cuanto a las paredes, durante la restauración de cielo fueron estudiadas las capas de pintura que poseían y se identificaron cinco diferentes. "Eso responde a diferentes tiempos de la iglesia y hay algunas que son bastante disímiles entre sí. Por esto, trabajaremos con la comunidad para decidir si retomamos estos colores históricos o replanteamos el color. La idea es que la iglesia responda a su propia historia", dijo Almonacid. A fines de marzo se hará una consulta y ya se está buscando los recursos.
Además se encuentran trabajando en un proyecto de paisajismo, con el objetivo de mejorar el entorno de la iglesia.
Ya cuentan con el financiamiento para desarrollar un diseño, adjudicado a través de un fondo de Infraestructura Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. "Desde un principio, los vecinos planteaban que ellos tienen muchas complicaciones con el cerco -hay uno de fierro que no dialoga con el entorno- con el acceso a la iglesia y con la falta de estacionamientos, pero también tienen una serie de necesidades relacionadas con la prestación de servicios, como normalizar baños, crear una sala de reuniones o generar un espacio museográfico", destacó
Este centro también abordará el tema paisajístico, ya que la iglesia se encuentra emplazada en el Humedal del Río Cruces. "Es impactante el emplazamiento que tiene, el que puede generar un punto de interés, tanto turístico como educacional", dijo.
Para generar estas ideas se ha buscado reunir los requerimientos de todos los vecinos. Y todavía quedan más reuniones con ellos, para definir el futuro de la iglesia. A fines de marzo se realizará un taller de diseño participativo.