Una noticia importante para la mayoría de la región y del país es la voluntad de crear un programa de apoyo para las familias que no forman parte de los segmentos más pobres de la población, pero que sí viven en el límite de ellos, en situaciones de vulnerabilidad que pueden agravarse con la pérdida del empleo, con una enfermedad catastrófica, con un accidente familiar o incluso con el ingreso de más de un hijo o hija a la educación superior, entre otros factores que desequilibran una economía precaria.
La idea es generar ayudas pensadas especialmente hacia esas realidades, con intermediación laboral, seguros de salud, reguardo para adultos mayores, bonos a pensiones más bajas y créditos especiales para la universidad, entre otras medidas.
El plan se llama "Red clase media protegida", formaba parte de la campaña presidencial, fue anunciado el año pasado y ahora está próximo -según una información del 11 de marzo- a convertirse en un proyecto que ingrese a trámite legislativo. En el Congreso, debería contar con apoyos políticos transversales, considerando que a nivel nacional este segmento ha crecido desde representar el 23,7% de la población en 1990; a ser el 64,3% en esta década.
Se trata de más de 11 millones de personas que han avanzado en niveles de ingreso, educación y vivienda, pero tienen riesgo de retroceder su situación.
Es la realidad de la mayoría de los habitantes de Los Ríos, que vive con un sueldo promedio levemente superior a los 530 mil pesos mensuales de ingreso por hogar. Ese número lo ubica en la segmentación C3 (clase media baja) de la nueva caracterización socioeconómica y al cual adscribe el 29% de los chilenos.
Claramente un plan que proteja a la Clase Media sería importante para esta zona; más aún si se lograra incorporar a él algunas variables locales como las necesidades energéticas, por ejemplo. Algo que se traduce en apoyo para la compra de leña, o la aislación térmica de viviendas, necesidades asociadas al clima, pero que no todos pueden costear.
Así visto, sería muy positivo que la red de protección anunciada se materializara en un breve plazo e incluyera beneficios concretos. Ahí está el desafío.