"No es un trabajo para cualquiera, pues las cosas que se ven no son agradables"
PROFESIONAL. La médico forense lleva poco más de un año a cargo del SML de La Unión y destaca beneficios de ese servicio a la comunidad.
Hace poco más de un año, el 1 de marzo de 2018, la médico forense Mónica Lorena Hernández Carrasco asumió como encargada provincial del Servicio Médico Legal (SML) de La Unión, institución que abrió sus puertas oficialmente en julio del mismo año.
La profesional nació el 11 de agosto de 1976 en la ciudad argentina de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Sin embargo, tiene doble nacionalidad, ya que es hija de chilenos: su madre María Lidia Carrasco es originaria de Puerto Varas; y su padre Carlos Hernández es de Puerto Aysén.
Sus estudios formales lo cursó íntegramente en el Colegio María Auxiliadora de Comodoro Rivadavia. Luego se trasladó 2.000 kilómetros para estudiar medicina en la Universidad Nacional de Córdoba, donde además cursó tres especialidades: cardiología, medicina legal, y medicina forense.
"Decidí estudiar medicina simplemente porque me gustaba. Desde chica me llamaba la atención. Capaz que influyó el tema de que mi mamá es enfermera. Yo siempre quise ser forense, entonces entré a estudiar medicina con la idea de enfocarme en esa área", aseguró.
Sobre su etapa académica, destaca que tras completar seis años de estudio se recibió como médico cirujano. Luego debió cursar otros tres años para la especialidad de cardiología, tres más para medicina legista, y dos de medicina forense.
¿Por qué forense? La doctora afirma que "me gustó siempre saber cuáles eran las causas de muerte, establecer de qué se moría la gente. Cuando ingresé a la facultad yo fui practicante de anatomía, y hacia disecciones. Desde entrada tenía definida cuál era mi especialidad y a qué me iba a dedicar".
Y detalló que "se puede ser médico legista, pero no ser forense, ya que no a todo el mundo le gusta cortar fallecidos, pero pueden dedicarse a hacer otro tipo de peritajes. Cuando uno está en primer año de medicina legal, a los interesados le ofrecen entrar a la morgue. Éramos un curso de 30, se inscribieron 15 y terminamos sólo 8. La realidad es que muchos se dejan llevar por estas series de televisión como CSI, que son muy bonitas, pero cuando hay que trabajar en la sala con el muerto, es distinto. Las cosas que uno tiene que ver no todas las personas las toleran".
La gran mayoría de su trayectoria laboral la desarrolló en el Servicio de Urgencias Municipal 107 de Córdoba, y también en el sector privado. Durante sus 15 años de carrera ha realizado más de 500 autopsias, aunque también se desempeñó en la atención de accidentes. "En la ambulancia va el médico, con enfermera y paramédico. Sacábamos a la gente de vehículos accidentados y les dábamos las atenciones iniciales para luego llevarlos al hospital. Acá (en Chile) los médicos no hacen eso", señala.
¿Cuándo y por qué se vino a trabajar a Chile?
-Llegué a Chile hace casi 3 años, aunque desde chica todos los veranos me los pasaba acá. Me hicieron una propuesta de la Policía de Investigaciones (PDI) para pertenecer a la Brigada de Homicidios de Puerto Montt. Me gustó la propuesta, me tentó y me vine. Pasé todas las pruebas en Santiago, y cuando llego a Puerto Montt me cambiaron las condiciones del contrato y lo rechacé. Para ese entonces yo ya había ingresado al Hospital Base de Osorno, donde aún trabajo realizando turnos en la urgencia.
Después salió la postulación al Servicio Médico Legal de La Unión. Después me llegó la citación a una entrevista, y finalmente quedé. Entré el 1 de marzo de 2018, pero los primeros meses íbamos a trabajar a Valdivia, hasta fines de mayo cuando pudimos instalarnos acá. En julio comenzamos a atender normal.
¿Cuáles son sus funciones como encargada provincial de la sede?
- Yo soy la que realiza las autopsias, y todos los peritajes clínicos, como a los pacientes que se lesionan por riñas, o accidentes. También hago los peritajes sexológicos por agresiones sexuales y hacemos la toma de muestras de toxicología. Eso además de hacer las informes y la parte administrativa.
¿Cómo describiría usted el trabajo que desarrolla?
- Cuando uno hace lo que le apasiona, para mí no es trabajo. Yo sé que para la mayoría de la gente es difícil y chocante el que uno abra un cuerpo, haga autopsias, y se dedique a este tipo de trabajo que no es común, pero alguien tiene que hacerlo. A mí esto siempre me gustó, me apasiona, y no es algo que me dificulte de realizar. Lo hago con gusto y no me genera conflicto, pero obviamente no es un trabajo para cualquiera, porque las cosas que se ven no son agradables y una tiene que estar preparada y con la mente bien dispuesta.
Evaluación
¿Cómo evaluaría estos primeros meses de funcionamiento del Servicio Médico Legal de La Unión?
- Ha sido bastante positivo porque ha permitido facilitar los trámites a toda la población de la provincia. Antes todo se hacía en Valdivia, lo que implicaba el costo del traslado por parte de la funeraria, y los viajes mismos de los familiares, entonces la proximidad y rapidez con que se hacen los peritajes acá ha sido muy beneficioso.
¿Qué desafíos tienen por delante como servicio?
- Nosotros todavía no tenemos el sistema de turnos para los fines de semana, entonces durante esos días los cuerpos se mandan a Valdivia, se hace la autopsia allá, y después se traen de vuelta y se entregan acá. El fin de semana lo único que tenemos es una guardia pasiva de entrega de fallecidos. Ese es uno de los grandes desafíos que debemos concretar.
En general, ¿cómo ha sido la recepción de la comunidad?
- Bastante buena porque están más cerca. Para la gente de campo que es mucho más fácil llegar acá que viajar a Valdivia, entonces en ese aspecto hemos tenido buena llegada.