El fotógrafo que cuenta cuentos
Periodista
Como fotógrafo y profesor de la disciplina en Liceo Armando Robles, Víctor Hugo Toledo ha agudizado la mirada. Sabe de encuadre, composición, color y el efecto nostálgico que puede provocar el blanco y negro. Sabe también, de la importancia de capturar los momentos. Por eso, no extraña que oficie de escritor, ni mucho menos que haya decidido hacerse cargo de parte de la historia local y de otros temas, a través de un puñado de cuentos breves que presenta en "La abuelita Monroe y otros relatos".
La autoedición lanzada el año pasado contiene textos escritos entre 1985 y 2017 que permiten un acercamiento distinto a la iconografía valdiviana. Están de una u otra forma abordados por ejemplo la Feria Fluvial, el gran terremoto de 1960 y el vapor Canelos, además de los otrora teatro Alcázar y café Paula.
Sin ánimo de demostrar maestría, la de Toledo es una apuesta por la sencillez y las ganas de contar historias simples, que caminando solas han encontrado lectores más allá del círculo más cercano del autor. Por 43 páginas circulan las escenas citadinas de momentos inolvidables, como también la nostalgia de tiempos difíciles de olvidar, construidos desde una ficción que por momentos parece muy real.
En su propuesta, el autor integrante del Colectivo Halcón Rojo abre además la vitrina a otros talentos de las artes visuales, a quienes desafió a reinterpretar sus escritos, con ilustraciones. De esta forma, el libro funciona como un exposición permanente de un imaginario reinventado que lleva de regreso a los espacios de antaño.
El fotógrafo y escritor tampoco esconde su nostalgia al dejar entrever que los cuentos los escribió en lugares de significación social y personal, como la que fuera su casa de calle Manuel Montt, la biblioteca de la Universidad Austral de Chile, el bar La Bomba, el Café Paula, los restoranes El Grano y El Derby y hasta la mesa número uno del Ipanema.
Daniel
Navarrete