Aleteos de una mariposa
Periodista
A dos años y once meses de su estreno, el poemario "Mariposas" (Fértil Provincia) de Mónica Munizaga está de vuelta con una segunda edición, estrenada recientemente en la librería Qué Leo. Es un repaso más de fondo que de forma y apunta a un reencuentro con las motivaciones de la escritora y su siempre latente ánimo de escapar de los encasillamientos.
Los textos de este libro fueron en su momento -y siguen siendo- el resultado de un profundo cambio de mirada de quien los escribió hacia sus propias circunstancias. Están palpables las implicancias de la maternidad, como también las huellas que deja el paso del tiempo, el cariño y hasta la contemplación del entorno.
De estas aparentemente pequeñas, pero transformadora cosas, son las líneas de la obra, como si se tratara de un guiño al proverbio chino que dice que "el leve aleteo de las alas de una mariposa, se puede sentir al otro lado del mundo". El concepto remite a la teoría del caos, como también a la causa y efecto de las cosas; es posible deducir entonces que este trabajo nace de aquella observación de que mínimas acciones pueden generar grandes cambios.
Es igualmente la captura de un puñado de momentos escritos necesariamente para no ser olvidados. Son 69 páginas nacidas de la valentía que requiere contar historias, más aún cuando vienen desde lo más profundo del ser. Es que publicar en este caso, tiene que ver con liberar las observaciones, haciéndolas afectar a quienes las recogen, generando con ello cambios y como lo haría el aleteo de una mariposa.
Mónica Munizaga está consciente de ello, como también de que su producción literaria seguirá creciendo a un ritmo que no obedece al de una fábrica y sin perder la capacidad de plasmar en mínimos detalles, aquellas cosas que la definen: desde los colores de los impresos, hasta las emotivas cartas de amor a sus hijos en forma de versos tan íntimos, como universales.
Daniel
Navarrete