"Las estrategias de las escuelas de fútbol femenino deben apuntar a las familias"
DEPORTISTA. Estudiante, trabajadora y deportista valdiviana apuesta a subir a Primera División con los colores de la UACh.
Han pasado solo 20 años desde que las canchas de fútbol de los barrios recibieron a una niña que jugaba a la par con los hombres. Y es más, destacaba entre ellos, con los colores de los mini del River Plate de la población Menzel. Hoy, Isamar Medina Carrillo (27 años) dosifica su vida entre el trabajo, los estudios y la pasión de su vida, el fútbol femenino. Es funcionaria del Departamento de Deportes de la Municipalidad de Valdivia, estudiante de tercer año de Administración Pública en el Instituto Profesional de Los Lagos, jugadora y capitana del equipo adulto de la Universidad Austral en el Campeonato Nacional Femenino de la ANFP.
Valdiviana de nacimiento, creció entre las pichangas del pasaje y la antigua cancha Félix Gallardo. "Mi familia estaba ligada al fútbol y, de niña, no había diferencias con los niños, no había discriminación, éramos todos iguales", recuerda. Estudió en la Escuela Fedor Dostoievsky y el Instituto Comercial, donde continuó su desarrollo como deportista y finalizó en la especialidad de Secretariado. "Cuando maduré, me di cuenta de que el cuarto medio no sirve mucho, que además tenía capacidades y que me gusta la administración pública", relata.
En algún momento de ese desarrollo (2012), llegó a la rama de fútbol femenino de la Universidad Austral y encontró su espacio junto a compañeras que compartían la misma pasión. Han pasado siete años desde ese instante y pese a que también disfruta del kayak y el rafting, sigue enamorada del fútbol. Jugadora polifuncional, puede desempeñarse como defensa central, mediocampista de contención o centrodelantera. "Depende de las necesidades del equipo, aunque jugar como delantera es una sensación distinta. Ahí está la gloria", asegura.
Este año, la Universidad Austral milita en la Segunda División del campeonato femenino ANFP y la semana pasada tuvo un debut soñado: ganó 7-0 en adultas y 17-0 en la Sub-17 a Rangers de Talca. Hoy sábado, el rival es Huachipato en el estadio de la UACh, desde las diez de la mañana.
En cancha
Luego de tanto tiempo jugando fútbol, ¿tienes las mismas sensaciones de hace 10 o 20 años?
-Igual y más todavía. Desde que empecé a estudiar, he intentado dejarlo dos veces, la primera vez porque estaba pololeando y el tiempo no me alcanzaba, pero me di cuenta de que no puedo. La segunda vez que paré fue en el último verano para preocuparme más de mis estudios, pero después hablé con el profe y volví. Como decimos, es un sentimiento que no se puede explicar. Del trabajo salgo a las cinco de la tarde y entro a estudiar a las siete. En el intertanto entreno con el preparador físico y el jueves o viernes me integro al equipo.
Haber jugado fútbol con niños, cuando eras pequeña, ¿fue un aprendizaje extra? ¿Tenías una ventaja respecto a tus compañeras?
-Sí, una ventaja técnica, porque los hombres tienen más facilidad para adquirir la técnica y tienen una visión distinta del juego. Para mí fue una ventaja haber aprendido con hombres y lo sentí cuando me dediqué solo al fútbol femenino.
¿En algún momento te arrepentiste de jugar fútbol o has pasado por situaciones en que te has replanteado la decisión?
-En algún momento lamenté no quedarme en Santiago, cuando mi mamá me dijo que fuera a probarme a Colo Colo. He pasado malos ratos, muchos de ellos cuando jugué en el campeonato laboral por el Instituto Comercial, Astillero Cutipay, Molinos Collico o Frival. Cuando iba a hacer un lateral junto a la tribuna, había insultos. Me afectó cuando era más chica, pero después me di cuenta de que no los voy a hacer cambiar de pensamiento. Pero hoy, en el campeonato ANFP esas cosas no ocurren. Puede haber roces, pero no pasa más allá y también es porque la gente que va al fútbol femenino, lo hace en un ambiente familiar.
¿Qué siente al desempeñar el rol de capitana del equipo?
-Es bastante responsabilidad, porque somos la imagen para las niñas de la Sub-9, por ejemplo. La capitanía la recibo como un premio a mi desarrollo personal y deportivo en el tiempo que llevo en el equipo. Cuando llegué era bastante 'Gary Medel', porque mi carácter era horrible y perjudicaba al equipo, pero he madurado, he cambiado y estoy consciente de que debemos proyectar una imagen hacia las más pequeñas, comenzando por el vocabulario utilizado.
A la hora de ver fútbol, ¿cuál prefieres: el femenino o el masculino?
-Cuando hay fútbol femenino en la televisión, lo veo, pero son pocas las ocasiones. Prendo el televisor en la mañana y me voy de inmediato a ESPN o Fox, nada de matinales y programas de ese tipo. Me gusta mantenerme actualizada respecto a lo que ocurre.
¿De qué club eres hincha?
-De Deportes Valdivia, aunque me simpatiza Colo Colo. Prefiero a Deportes Valdivia, porque representa a la ciudad y en ese sentido, soy localista. Tenemos que apoyarnos y querernos entre nosotros, si no ¿quién lo va a hacer? Creo que tener a Deportes Valdivia en la Primera B es un lujo, ver jugar a Cobreloa o Santiago Wanderers, por ejemplo. Además, los niños y jóvenes de la ciudad y la región tienen una enorme proyección. Veamos el caso de Erick Wiemberg. Es un orgullo para Valdivia que lo hayan llamado a un microciclo de la selección.
En un fútbol femenino que es amateur, ¿tienen el suficiente apoyo y reconocimiento por parte del Estado y la empresa privada?
-Del Estado hay nulo aporte. Quien se hace cargo hoy y aunque sea criticada, es la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). Después, depende de los clubes hacer alianzas con empresas privadas. En la Universidad Austral, nuestro auspiciador es Pre Unic, que apoya con la implementación y que no es un aporte menor. Los viajes los financia en mayor parte la ANFP y hay un porcentaje que debe colocar el club o la universidad. Hasta 2015, más o menos, pasamos muchas pellejerías, pero de ahí fue mejorando. Este año, nuestro primer viaje, a Talca, fue 'de dioses', buena alimentación, buen bus. Es un cambio que se produce por la clasificación de la selección al Mundial Femenino. Además, la asociación de jugadoras está tramitando un proyecto ante la ANFP para que se haga cargo de un seguro médico. Varias compañeras nos hemos lesionado y los gastos se asumen de manera individual.
¿Cómo se puede masificar el fútbol femenino?
-Creo que las estrategias de las escuelas deben apuntar principalmente hacia las familias, porque es la familia la que decide si una niña juega fútbol o no y la que debe sacarse el prejuicio de que el fútbol es para hombres.
Resultados
¿Cuáles son los objetivos en el actual campeonato de la ANFP?
-Subir a Primera División. A las dos series (Adulta y Sub 17) nos tiene que ir bien, porque hay una ponderación del rendimiento de ambas.
¿Y tus expectativas personales en el fútbol?
-Quiero seguir jugando 'a full' hasta los 30 años. Lo que ocurre es que me gusta mucho la administración pública. Así es que tengo objetivos y metas por cumplir, que me demandarán otro tipo de estudios. A nivel de fútbol profesional, ya no pensaría por ejemplo irme a Santiago, porque mi prioridad es terminar mi carrera y perfeccionarme.
¿Cómo le irá a Chile en el Mundial Femenino?
-Hay diferencias físicas que son notables, pero creo que nos va a ir bien. Mis expectativas es que pasen a octavos. Con eso, me siento pagada.
AGRADECIDA
A la hora de los análisis, Isamar Medina agradece "a los profes y apoderados de la UACh, especialmente a Nicolás Mujica y Katherine Peña", quienes son los artífices del momento que vive el fútbol femenino universitario. "Es hermoso lo que ocurre. Ver más de 100 niñitas con su pelota... Se le agradece a los profesores, es un mérito total de ellos. Y en esto, los padres cumplen un rol fundamental, al confiar y llevar a sus niñas".
También, se da un tiempo para agradecer "a la UACh omo institución, por hacer posible y constante el fútbol femenino, pero también mis amigas, la familia y el trabajo han sido súper importantes en mi desarrollo deportivo y profesional".