Amelia Carvallo
Hoy es el estreno en la cartelera nacional la última cinta de las aventuras del oscuro asesino John Wick, interpretado por Keanu Reeves, quien nuevamente deberá hacer frente a un ejército de peligrosos sicarios que van tras su cabeza valorada en 14 millones de dólares. "Para asegurarte la paz, prepárate para la guerra" es la máxima que le da nombre al subtítulo de esta entrega llamada "John Wick 3: Parabellum".
Desde los primeros minutos, de los 130 que dura la película, la acción es sin tregua y en clave de huida y enfrentamientos múltiples, cada uno más letales que el anterior hasta acabar en un final que bien puede asegurar una cuarta película.
En esta película John Wick es acorralado y expulsado del Hotel Continental, que reúne a una selecta red de asesinos a sueldo. Lo han obligado a dejar el recinto por haber roto sus reglas de no matar a nadie en sus espacios. Desde que pisa la calle, su pescuezo tiene precio y una horda de mercenarios lo persigue para matarlo.
John incluso se interna en el peligroso desierto del Sahara para encontrar a quienes le puedan volver su estatus de asesino respetable y borrar la sentencia que lo condena. Allí se encuentra con el personaje de Sofia, una antigua amiga que interpreta Halle Berry, con quien también debe hacer frente a quienes lo persiguen. De hecho en estas intensas escenas del rodaje, que contaron con la participación de dos hermosos perros que hacen de las suyas como luchadores, la actriz dio tanto de sí que terminó con un par de costillas fracturadas luego de unas proezas físicas mal calculadas.
Otra de las actrices que le dan sabor a esta película es Angélica Houston, hija del gran cineasta John Houston, quien comentó a Vulture que suele odiar las películas de acción. "No me gustan las películas violentas. Pero esta me gustó. Es una película sobre un tipo que, básicamente, está vengando la muerte de su pequeño perrito. Yo soy una apasionada de los perros, son muy importantes para mí", explicó, quien en la película cumple el rol de "La Directora", una bailarina de ballet retirada que tiene relaciones de poder con el mundo de la mafia rusa.
Sin dobles
Para esta entrega Keanu Reeves desplegó un intenso manejo de armas de fuego, proezas que pudo llevar a cabo luego de entrenar arduamente con el campeón mundial de tiro Taran Butler. El judo también ha sido una constante para desarrollar de buena manera todas las escenas de acción que a sus 54 años de edad se permite hacer sin ningún tipo de dobles.
Su manejo en las peleas es uno de los puntos altos porque vemos a Reeves desplegando perfectas coreografías milimétricas, arrojando cuchillos, peleando a muerte armado sólo con un grueso libro, cabalgando bajo la lluvia en una atestada calle neoyorkina, perseguido por motociclistas asesinos.
Planes
Hace tres décadas Reeves protagonizó "Las aventuras de Bill y Ted", una comedia sobre un par de adolescentes desharrapados que amaban el rock. Pues bueno, se espera el estreno de una nueva comedia, donde se verá a unos adultos Theodore Logan (Reeves) y Bill Preston (Alex Winter) ya convertidos en padres de dos adolescentes. La película ya está confirmada para el 2020 y estará ambientada en California, donde los amigos intentarán ser rockeros.