Terremoto de 1960 fue recordado con un encuentro en Mississippi
ANIVERSARIO. El 59° aniversario del desastre natural tuvo una agenda de actividades en la costa de Mariquina y Valdivia, marcada por los emotivos testimonios de diversos sobrevivientes.
Aristeo Hualme inició un buen domingo aquel 22 de mayo de 1960. De madrugada había nacido su hijo Carlos y junto a su esposa Clara estaban felices. Pero a las 15:11 horas todo cambió.
Estaba en labores de carpintería en Mehuín, cuando la tierra comenzó a sacudirse sin control. Lo primero que hizo fue arrancar hacia una cancha deportiva que por algunos momentos sirvió de zona de seguridad y se encontró con otros vecinos que tomados de la mano, rezaban tratando de mantenerse en pie. Apenas pudo, siguió rumbo a su casa para rescatar a su familia. El mar se estaba recogiendo y era urgente subir al cerro más cercano, ante la inminencia de un tsunami que a fin de cuentas destruyó todo a su paso.
"Perdimos la casa, nuestras reservas de comida, todo por lo que habíamos trabajado durante mucho tiempo. Fue espantoso. Realmente algo para no creer. Nos salvamos por poco de la marejada y tuvimos que vivir en el cerro por más de una semana, calefaccionándonos con fogatas y comiendo lo que estuviera a mano, hasta que llegó la ayuda", recuerda.
Relatos
Ayer se cumplieron 59 años de aquel terremoto 9.5° Richter y tsunami del cual Hualme salió casi ileso. Al igual que sus recuerdos, los que volvió a compartir con alumnos de la Escuela Rural de Mississippi en una jornada especial.
Con motivo de la conmemoración, la Municipalidad de Mariquina, a través de su Departamento de Turismo y la Fundación Proyecta Memoria realizaron un conversatorio en el establecimiento educacional. Fue exhibido un capítulo de la serie animada "Cuéntame un cuento" (del CNTV Novasur), precisamente sobre el origen mitológico de los terremotos y un grupo de niños pudo dibujar lo que han escuchado que ocurrió en 1960. También, lo que les contó Inés Castro, otra sobreviviente del desastre natural, que tenía solamente 9 años de edad cuando Mehuín quedó bajo el agua.
De aquel fatídico día recuerda haber perdido a ocho familiares y que junto a sus padres y sus tres hermanos, se demoró casi media hora en dejar la costa para subir al cerro. En lo alto se refugiaron dentro de una ruca. En total eran 22 personas compartiendo un espacio mínimo y mirando desde lo alto un panorama desolador.
"Teníamos que tomar agua con barro, era lo único disponible. Abajo literalmente la caleta había desaparecido y yo solamente pensaba en volver al colegio y le preguntaba a mi papá por mi bolsón. Estaba con pena por haberlo perdido entre los escombros", dice. Y agrega: "Después de todo lo que nos tocó pasar, he pensado en irme de este lugar y aunque nunca he logrado hacer las paces con el mar, hay algo que inexplicablemente me retiene acá. Hay una relación de amor y odio; y de recuerdos que aún conservo con mucha claridad. Es como si todo hubiera ocurrido hace muy poco tiempo".
Intervención
El encuentro con la comunidad escolar también sirvió para repasar el origen de la localidad bautizada con el mismo nombre del estado de Mississippi, de Estados Unidos, que construyó casas para los damnificados hace 59 años.
Asimismo, hubo una intervención cultural en el puente Lingue (que conecta con Mehuín), donde fue pintado un "Hipocentro de memoria", en representación de las ondas sísmicas de un movimiento telúrico. Fueron hechas por los niños de la escuela junto al director Gerardo Ávila, el alcalde de Mariquina Rolando Mitre, la presidenta de Proyecta Memoria Hilda Basoalto y profesionales de la fundación que por segundo año realiza actividades en la región; más vecinos del sector y voluntarios de Injuv Los Ríos.
Los círculos de color amarillo también se pintaron la semana pasada en la Costanera Cultural de Valdivia a un costado del Museo de Arte Contemporáneo.
En el viaducto, los músicos Juan Carlos Gutiérrez del grupo Antares y Juan Carlos Moraga de Canto América, interpretaron temas de la cantata "Valdivia Año 60, Memoria y Relatos de Nuestra Historia".