Minería y patrimonio
A propósito del Día del Patrimonio quisiera señalar que nuestra región tiene una importante historia ligada a la minería. Ella se remonta a la época de la conquista con la llegada de los españoles. La extracción de oro entonces se concentraba en los lavaderos de oro Madre de Dios en Pumillahue y se detuvo a raíz del Desastre de Curalaba en 1600 y no volvió a ser importante hasta fines del siglo XIX, principalmente en las comunas de Mariquina, Lanco, Máfil y Los Lagos.
Para 1937, la Compañía Aurífera Madre de Dios, establecida en los lavaderos de Pumillahue, albergaba cerca de 1200 trabajadores mineros y contaba con instalaciones propias como un retén policial, escuela, almacén y posta. En aquellos años la remoción de las gravas que contenían oro se realizaba con pistones que lanzaban agua a presión, desagregando las laderas y dejando el material disponible para el lavado. No obstante, este método trajo problemas ambientales relacionados con la acumulación de sedimentos aguas abajo de los lavaderos, por lo que, en conjunto con una baja del precio , la producción cesó en 1955.
Más adelante, entre 1983 y 1987, a raíz de la crisis mundial de 1982, se llevó a cabo el Plan Aurífero Nacional, con el fin de explotar depósitos de placeres auríferos capacitando a la mano de obra desempleada en la extracción artesanal de oro.
El último esfuerzo a escala industrial por explotar el oro se realizó a comienzos del siglo XXI, a través de la Compañía Minera Pumillahue. Sin embargo, el proyecto no logró los objetivos esperados y hoy las instalaciones y maquinarias empleadas yacen como un mudo testigo de un pasado reciente, convirtiéndose en un importante patrimonio histórico.
Actualmente la minería en la Región de Los Ríos está representada por la explotación artesanal de depósitos sedimentarios de oro detrítico ubicados en las hoyas de los esteros Lingue y Pichilingue y sus alrededores. Para esto, los mineros deben trabajar en túneles y buscar las mejores concentraciones de oro triturando la roca con herramientas manuales y neumáticas. Luego, el material es transportado en carretillas hacia el exterior, donde es lavado mediante canoas y challas para separar los granos de oro del material estéril.
En este sentido, los conocimientos para la búsqueda del preciado mineral los pirquineros los han adquirido a través de la transmisión, generación tras generación, de vivencias, costumbres y tradiciones que conforman el alma del minero como tal.
Esta práctica de conocimientos y técnicas que están en la memoria de las personas, que está vivo y es parte de un sector importante de la comunidad es el patrimonio inmaterial, el cual finalmente mantiene vigente esta histórica labor.
Daniela Kunstmann Barba Seremi de Minería Los Ríos
Naturaleza y patrimonio
En el Día del Patrimonio es importante sumar a la discusión el valor del patrimonio natural en Valdivia, que se encuentra en humedales, re-naturalización de ruinas ferroviarias, árboles monumentales, jardines silvestres entre piedras laja, o jardines cuidadosamente mantenidos por vecinos.
Los humedales están, cada vez más, siendo reconocidos como merecen gracias al continuo esfuerzo de investigadores y redes ciudadanas. Por otra parte, en la re-naturalización espontánea de las ruinas ferroviarias en algunos sectores del borde fluvial, plantas nativas y exóticas se entrelazan con estructuras de fierro abandonadas dando lugar a un paisaje que no es ni 100% natural ni 100% construido.
En Valdivia está el árbol más antiguo encontrado en una ciudad en Chile; un roble de 350 años en la calle Circunvalación Sur. Aunque en la periferia de la ciudad estamos rodeados de exuberantes áreas protegidas, cuando estos sobrevivientes están en medio de la ciudad adquieren una enorme carga simbólica. Tenemos que ponerlos en valor, pero no podemos considerar estos árboles de manera aislada como un elemento de museo: necesitan tener condiciones óptimas para subsistir: suelo, nutrientes, agua, y asociarse a otras plantas.
Cabe mencionar también las contenciones de piedra laja que se encuentran a lo largo de la costanera. Es una construcción humana, pero la naturaleza lo ha seguido completando. Siendo testimonio tanto de la recuperación post-terremoto, como de la continua adaptación de la naturaleza.
Otros elementos pueden sumarse a la lista, tal como barrios donde vecinos han dado una identidad especial al espacio público con cuidadosos jardines en las veredas o áreas verdes informales. La condición de patrimonio de los casos mencionados deberá ser una discusión colectiva. Lo importante es reconocer que hay elementos naturales en medio de la ciudad que cuentan parte de su historia.
Angela Mimica Coord. y docente Diplomado en Diseño del Paisaje UACh
Patrimonio e incoherencia
Para el día del patrimonio, lamento ver la incoherencia de quienes se muestran comprometidas con esta fecha, a la vez que defienden férreamente la construcción de Estacionamientos Subterráneos en la Plaza de la República. Este proyecto, rechazado por el Consejo de Monumentos Nacionales, dañaría profundamente nuestro patrimonio, destruyendo parte importante de la historia que concentra una de las plazas más antiguas del sur.
Carla Amtmann Fecci carla.amtmann.f@gmail.com