Cada vez que entra a una cancha de básquetbol, Paula Mireya Ortiz Sepúlveda olvida las horas de viaje y se entrega por entero en defensa de los colores de la Universidad Austral en Femisur y los de su liceo, en la Libem. Y siempre ha sido igual, desde que a los ocho años de edad dio sus primeros botes a la pelota anaranjada, en el taller de baloncesto de la Escuela José Manuel Balmaceda de Futrono. Con el apoyo permanente de su familia, ha escalado paso a paso hasta el puesto de base en la serie U-18 que puntea en la Liga Femisur.
Paula Ortiz nació el 10 de marzo de 2003 en Futrono y es la hija menor del matrimonio que forman Gerardo y Ximena, quienes junto a sus hijos Marcelo (29 años) y Evaldo (19) son los grandes responsables de su amor por el básquetbol. Un amor que la estudiante de Tercer Año Medio del Liceo San Conrado refleja en el sacrificio de cuatro horas en bus que debe cumplir durante tres o cuatro días a la semana, solamente para llegar a entrenar.
¿Recuerdas cómo empezaste en el básquetbol?
-Fue a los ocho años, en un taller en la Escuela José Manuel Balmaceda, motivada por mi familia, donde mi papá, un hermano y unos tíos jugaban básquetbol. Después estuve en una selección de Futrono con el profesor Felipe Reyes y en una selección regional Sub-11 de Valdivia que fue a un campeonato nacional. Luego de eso y cuando estaba por cumplir 12 años, el entrenador Edgardo Bilbao me llamó para que me incorpore a la Escuela de Básquetbol de la Universidad Austral.¿
¿Cómo lo haces para cumplir con los entrenamientos?
-En el liceo me dan la facilidad de salir un poco más temprano de clases, lo cual agradezco muchísimo. Salgo en bus a las 16.20 de Futrono, llego a entrenar a las 18.30, termino y viajo de vuelta a las 20.40 horas, para llegar a mi casa entre las diez y media y once de la noche. Esa es mi rutina de tres o cuatro días a la semana. Y los fines de semana viajo para jugar.
¿Es muy agotador tanto viaje?
-Sí, es agotador, pero tengo que sobrellevarlo, porque no tengo alternativa y además me gusta lo que hago. Y si quiero desarrollarme en el básquetbol, es la opción que tengo.
Pese a tu corta edad, ¿cómo ha sido tu experiencia en el nivel competitivo?
-En 2016 y 2018 estuve en preselecciones nacionales Sub-15 y ahora con 16 años estoy en mi primera temporada de Sub-18 en Femisur. Claro que antes, cuando tenía 13 me subieron a la Sub-15. También juego por mi liceo en la Liga de Básquetbol de Enseñanza Media (Libem) y he salido goleadora, mejor jugadora y parte del equipo ideal en algunos torneos.
¿Cómo te defines como jugadora?
-En mi puesto de base, mi pega es armar las jugadas, repartir el balón, asistir a mis compañeras. Siento que he hecho bien ese trabajo y le he respondido a mi 'profe' (Andrea Bilbao).
¿Y qué crees que debes mejorar?
-Tengo que mejorar mis decisiones, porque a veces me apresuro mucho o hago cosas que no debería, faltas innecesarias por ejemplo. Tengo que aprender a controlar la ansiedad.
¿La familia es vital en tu desarrollo deportivo?
-La familia es el pilar fundamental que tengo en mi carrera. Siempre que llego estresada de los entrenamientos, cansada o enojada, están dándome apoyo, ánimo y consejos. A mis padres y hermanos agradezco todo, porque me apoyaron desde que me decidí a jugar básquetbol y hacer los sacrificios que hago.
¿Qué te gustaría estudiar?
-Quiero ser kinesióloga, sacar mi carrera y especializarme en quiropraxia deportiva, para seguir ligada al deporte y entendiendo también que el básquetbol me puede ayudar dentro de la universidad.
¿Y tus sueños de jugadora de básquetbol?
-Ser seleccionada nacional, no importa en qué categoría y representar a Chile en algún campeonato, quizás salir a jugar fuera de Chile, porque el básquetbol femenino no está muy desarrollado en nuestro país.
"Es muy talentosa y responsable"
La entrenadora Andrea Bilbao asegura que "Paula es una jugadora muy talentosa. En todas las series que le ha tocado pasar, se destaca por la gran habilidad que tiene con el balón y ha mejorado su lectura de juego, ya que ahora le toca asumir la base del equipo U 18. Físicamente, trabaja todas las semanas con nuestros preparadores físicos, es muy responsable, perseverante y pese a que vive en Futrono, viaja siempre y no pierde entrenamiento ni partidos".
"Quiero ser seleccionada nacional, no importa en qué categoría...".
Paula Ortiz, Basquetbolista