En Maihue y Calcurrupe producen zapatos de casa para mercado exterior
INICIATIVA. Tejedoras son parte del proyecto Chilote Shoes, plataforma de producción y comercialización basada en principios como el comercio justo y la valoración de lo artesanal.
En los Ríos, como en la mayor parte del sur del país, existe una gran vulnerabilidad económica de las mujeres huilliches-mapuches y de zonas rurales. Esto, debido a múltiples factores, como la lejanía, falta de oportunidades, bajos niveles educacionales y escasas proyecciones laborales.
Sin embargo, muchas de estas mujeres tienen grandes habilidades para tejer. Precisamente basado en ese talento y en la cada vez más en boga tendencia de la moda lenta, lo artesanal y valoración por el origen, Francisca Apparcel crea Chilote Shoes junto a su esposo, un emprendimiento que valoriza el trabajo tradicional que realizan las mujeres campesinas y que posiciona el tejido a palillo como un producto único.
Esta empresa reúne, capacita y entrega la materia prima necesaria a las artesanas para que elaboren zapatos de casa de lana, los que luego comercializan principalmente en el extranjero y a un selecto grupo de consumidores.
"Partimos en 2011 con artesanas de la región de Los Lagos y de Calcurrupe en los Ríos. Este año nos expandimos con tejedoras de Llifén y Maihue. La idea es activar la capacidad productiva de las artesanas, algo que estaba desapareciendo, porque el tejido lo tomaban como un hobbie y no como una fuente de ingresos. Además, nuestro objetivo también es solucionar la problemática social que implica que muchas mujeres deban abandonar su estilo de vida en busca de oportunidades laborales", sostiene Francisca Apparcel.
En este contexto, instalar y escalar una capacidad productiva artesanal formal con identidad cultural, a través de la co-creación guiada de alto diseño en estas localidades rurales donde existen altas barreras de empleabilidad para la mujer campesina indígena, es vital para el desarrollo de este proyecto, apoyado por Corfo, a través de Fomento Los Ríos. Es por ello que no solo la empresa compra los productos, sino que también se encarga de capacitar a las artesanas en estándares de calidad, diseño y cuidado de la lana.
Protagonistas
Ubaldina Nahuel es de Calcurrupe y trabaja con Chilote Shoes desde que el proyecto comenzó. "Esta iniciativa ha sido buena, porque tenemos ingresos con los cuales antes no contábamos. Una hacía tejidos, pero el problema es que en el invierno no vendía. Cuando este proyecto llegó, me abrió un nuevo negocio y gracias a este trabajo he podido comprar cosas para mi casa", señaló.
Cecilia Nahuel es hija de Ubaldina y la artesana líder o facilitadora de su comunidad, encargada de entregar los materiales (lanas, palillos, moldes) a las 15 mujeres que trabajan en el sector. "Me gusta mucho lo que estamos haciendo, además que trabajamos con artesanas de la tercera edad. Yo paso a entregarles la lana, a buscar los productos y a pagarles a su casa. Esta experiencia ha sido muy buena para nosotras, porque muchas nos quedábamos con los tejidos, sin tener donde venderlos. Este proyecto nos entrega la capacidad de comercializarlos de manera constante, de tener compradores".
La innovadora línea productiva de diseños artesanales de impacto positivo y alto valor agregado es demandada en los mercados de economías desarrolladas, donde se encuentra el mayor número de consumidores conscientes. Las mujeres trabajan desde sus hogares con la rigurosidad que el tejido demanda para su calidad.
De esta forma, Francisca y Stiven Kerestegian, también fundador de la empresa, generan valor al tejido que su equipo de trabajadores desarrolla. "Nosotros les mandamos 200 kilos aproximadamente al año y ellas hacen los calzados bajo la supervisión de la artesana líder", agrega Francisca. Luego de terminados, los zapatos son enviados a Osorno, donde se les agrega cuero de salmón, son envasados y despachados.
Innovación social
Con la intención de que el consumidor tome conciencia del trabajo que hay detrás de su zapato, cada producto tiene un QR Code donde se puede conocer la historia, ubicación e imágenes de las localidades donde fue confeccionado el producto, permitiendo al consumidor generar un nexo con el grupo de artesanas que elaboró los calzados.
Carlos Riquelme, director regional de Corfo y Fomento Los Ríos, valoró esta iniciativa indicando que "pese a que puedan existir iniciativas similares, el solo trabajo de llegar al mundo con sus tejidos es una innovación en sí misma, por lo que estamos felices con el desarrollo de esta iniciativa que le agrega valor al trabajo de nuestras artesanas ".
Por su parte ,Francisca Kerestegian destacó el apoyo de Corfo, "sobre todo por el impacto positivo que este proyecto tiene en las artesanas, quienes mejoran su autoestima y calidad de vida por medio de su trabajo".
Cabe destacar que son más de dos mil pares de zapatos al año los que se comercializan por medio de Chilote Shoes ( entre aproximadamente 50 tejedoras de Los Lagos y Los Ríos) llegando a mercados, principalmente de Europa, Japón y Australia.