Con la caída de las hojas en otoño y el inicio del invierno comienzan los cielos grises en Valdivia. Es -precisamente- este cielo gris, no sólo neblina y amenaza de lluvia, sino que también viene acompañado de una serie de partículas que por medio de la respiración ingresan a nuestro organismo; sin darnos cuenta y sin conocer los efectos que provocan.
PM de su sigla en inglés significa Material Particulado o también llamado contaminación por partículas, término que se utiliza para una mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas que se encuentran en el aire. Algunas partículas, como el polvo, la suciedad, el hollín, o el humo de las combustiones, son lo suficientemente grandes y oscuras como para verlas a simple vista. Otras son tan pequeñas que sólo pueden detectarse mediante el uso de un microscopio electrónico.
La contaminación por partículas PM 2,5 incluye partículas finas inhalables con un diámetro similar o inferior a 2,5 micrómetros, es decir 30 veces más pequeña que el diámetro de la punta de un cabello. Estas partículas provienen de emisiones de procesos de combustión, tales como el uso de vehículos de gasolina y diésel, procesos industriales y la combustión doméstica, que es uno de los medios más usados por la población para calefaccionar sus hogares.
El Ministerio del Medio Ambiente en la norma primaria de calidad ambiental para material particulado fino respirable PM 2,5, identifica dentro del impacto y riesgo en la salud efectos al respirar estas partículas: Mortalidad y admisiones hospitalarias en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica y con enfermedad cardiovascular, exacerbación de los síntomas e incremento del asma, aumento de riesgo de infartos al miocardio, inflamación pulmonar, inflamación sistémica, entre otras.
Además de los efectos en salud, el material particulado fino puede presentar otros adicionales tales como efectos a la visibilidad, debido a sus propiedades de absorción y refracción de luz, sobre vegetación y los materiales.
En condiciones de alerta y emergencia ambiental es necesario tener presente lo descrito, respetando las indicaciones de la autoridad, sobre todo en lo referido a la realización de ejercicio físico y actividades al aire libre. Esto revela que en muchas ocasiones la contaminación que no se aprecia a simple vista puede ser la más dañina.
Carolina Barriga Islas Directora Bachillerato en Ciencias de la Salud de la USS Valdivia