Desde hoy los días serán cada vez más largos. Ayer fue el solsticio de invierno austral, día en el que el pueblo mapuche comienza a celebrar el We Tripantu, un festejo de Año Nuevo familiar y sagrado en el que son realizados ritos, reuniones, danzas y también ruegos. Estas celebraciones son llevadas a cabo hasta el 24 de junio.

Durante la mañana de ayer, en el Parque Saval, la Corporación Cultural Municipal de Valdivia realizó por quinto año consecutivo la celebración de un We Tripantu educativo. Y este año fue muy concurrido. Llegaron unas 120 personas, entre escolares de la Escuela España, estudiantes universitarios, representantes de organizaciones culturales y de instituciones públicas.

Comenzó cerca de las 11 horas, luego de la llegada de la comunidad indígena Litrán, quienes venían desde Río Bueno, hasta el recinto. Después del tradicional saludo, diciendo las palabras marri marri, todos caminaron alrededor del rehue, conformado por ramas de canelo y maqui. Los representantes de la comunidad de Río Bueno, junto con los de las diferentes instituciones, agradecieron la oportunidad de formar parte del evento, luego -lanzando harina tostada a un brasero con carbón- rogaron por la salud de sus familias, de sus vecinos y el bienestar del país. Nuevamente todos rodearon el rehue, esta vez danzando con pequeños brinquitos al son del kultrún, la trutruca y el acordeón. Al final, algunos de los asistentes tomaron la bandera azul con la luna y el sol y bailaron una cueca mapuche.

El lonco de la comunidad, Pedro Colihuinca, dijo que "este año tuvimos una mayor convocatoria y eso nos da satisfacción, porque venimos de muy lejos. En Río Bueno más de 20 colegios están trabajando en la lengua indígena y hemos estado haciendo We Tripantu en ellos. Por eso, estamos agradecidos de poder mostrar nuestros ritos en Valdivia, aunque aún somos un pueblo con mucho dolor".

La profesora Ester Soto, de la Escuela España, llegó junto a niños de sexto básico. Dijo que "para nosotros es muy importante que participen en estas actividades, porque siempre leemos muchos textos y leyendas con ellos y es mejor que vivan la cultura mapuche". Mientras que el seremi de las Culturas, Helmuth Palma, expresó que "esto genera una conexión directa con nuestros niños y jóvenes que muchos no pertenecen a los pueblos originarios. Por lo tanto, hay una enseñanza, valoración y respeto".