Bachelet denuncia el "trato cruel" a migrantes en EE.UU.
FRONTERA. La ONU emitió un informe en el que da cuenta de niños encarcelados "que deben dormir en el suelo, (...) sin acceso a atención médica ni alimentos".
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta Michelle Bachelet, denunció ayer el "trato cruel" que reciben los migrantes detenidos al intentar cruzar la frontera sur de Estados Unidos. En las instalaciones habilitadas por el Gobierno de Donald Trump permanecen encerradas familias completas, en "pésimas condiciones" según el informe remitido por las oficinas del organismo internacional en México y Centroamérica.
Bachelet estableció que los niños migrantes detenidos están recibiendo un "trato cruel, inhumano y degradante que está prohibido por el derecho internacional".
"Como médica, pero también como madre y Presidenta, me consterna que haya niños que deben dormir en el suelo y en instalaciones que están repletas, sin acceso adecuado a atención médica ni alimentos, y en pésimas condiciones de saneamiento", afirmó la autoridad internacional desde la sede del Alto Comisionado, en Ginebra, Suiza.
Bachelet, asimismo, pidió a la Casa Blanca buscar alternativas para no privar de libertad a quienes intentan cruzar la frontera, en particular los niños. Entre los abusos identificados por la ONU están el uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias, separación de familias, negación de servicios esenciales, así como repatriaciones y expulsiones forzadas.
Además, destacó la expresidenta, en caso que se proceda a la detención de un migrante, esta debe ser por el menor tiempo posible y en condiciones que respeten sus derechos.
La ONU, sin embargo, reconoció que el tema migratorio es complejo y no tiene soluciones fáciles tanto para los países de origen, como los de tránsito y los de destino, razón por la cual desde hace tiempo piden que los gobiernos trabajen de forma coordinada para atender las causas subyacentes a la migración.
Entre los motivos que fuerzan a las personas a dejar sus países natales están la inseguridad, la violencia sexual y de género, la pobreza y los efectos del cambio climático con la consiguiente degradación del medioambiente. Esto último, junto a las escasas medidas de seguridad pública, merman la inversión y el trabajo.
Bachelet aprovechó de reconocer el trabajo que muchas organizaciones civiles e individuos están haciendo por cuenta propia para brindar a los migrantes asistencia humanitaria y cierta esperanza, junto con considerar "inconcebible" que, por esta causa, corran el riesgo de enfrentar demandas y detenciones.