Obra infantil de divulgación científica logró mil espectadores en tres meses
PRESENCIA. "¡Alto Voltaje! Canales Iónicos y Jibias", junto con un cómic original, fueron elaborados como parte del Núcleo Milenio de Enfermedades Asociadas a Canales Iónicos (MiNICAD).
En el auditorio de la Carpa de la Ciencia del Cecs se realizó el cierre de temporada de "¡Alto Voltaje! Canales Iónicos y Jibias". La obra de divulgación científica con títeres, finalizó un ciclo de tres meses en escena con 30 presentaciones para aproximadamente mil espectadores en la Región de Los Ríos.
Desde el 24 de abril se pudo ver principalmente en colegios de Valdivia y la costa; y en los museos de sitio Castillo de Niebla y de la Exploración R.A. Philippi, además de la Librería Qué Leo, la Biblioteca Municipal Fray Camilo Henríquez y la Junta de Vecinos de la Población Valparaíso. La última función fue ayer, como parte de la quinta versión de Aguacero, el Festival de Cómic de Valdivia.
Al espectáculo asistieron cerca de 50 personas, entre niños y adultos, quienes pudieron ver las aventuras de los personajes "Jibia" y "Canalito" y a los Premios Nacionales de Ciencias Naturales Cecilia Hidalgo y Mario Luxoro, transformados en muñecos confeccionados por Maryorie Saravia. En escena, la acción es conducida por los actores Ruth Belmar y Abner Zúñiga, en base a un texto escrito por el dramaturgo Roberto Matamala.
El propósito
El montaje fue creado como parte del Núcleo Milenio de Enfermedades Asociadas a Canales Iónicos (MiNICAD) e Iniciativa Científica Milenio del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Chile. Además de la obra, se elaboró el cómic "¡Alto Voltaje! Historias Jibiaeléctricas". Las ilustraciones son del artista visual y director del Festival Aguacero, Eduardo Elorz, con guión de Lilian Villanueva y la asesoría científica de Gaspar Peña. Fue precisamente el académico del Instituto de Bioquímica y Microbiología de la Facultad de Ciencias Uach e investigador del MiNICAD, quien acompañó la actividad en la Carpa de la Ciencia y contestó las inquietudes de los asistentes.
"Todo lo que hicimos estuvo diseñado para niños del primer ciclo básico, por lo que fue un tremendo desafío el abordar temas bastante complejos en un lenguaje que les parezca atractivo. En presentaciones abiertas a todo público comenzamos a notar que la interacción también fue positiva con los adultos. Entonces, generamos una instancia para que toda la familia se viera involucrada en esta experiencia de aprendizaje entretenido", dice Peña.
Los canales iónicos son proteínas que participan en diversos procesos del cuerpo humano, por ejemplo, en la generación del impulso nervioso, la contracción muscular, la secreción de hormonas y absorción de nutrientes. Por lo tanto, cuando dejan de funcionar, bien se producen enfermedades. A nivel mundial existe un estudio permanente sobre cómo funcionan y en Chile el pionero fue precisamente el ingeniero civil químico, Mario Luxoro.
Transmisión
Junto con generar la inquietud por el mundo de las ciencias, a Gaspar Peña y el equipo responsable del proyecto les interesa que las personas sepan los distintos tipos de investigaciones que actualmente se hacen en el país. "Se trata de instalar tema generales, activar la comunidad, acercar estos temas que parecen muy complejos y que todas las personas tengan más conocimientos. Al margen de los avances técnicos, igualmente pretendemos ser un aporte cultural para niños y adultos. Salir de la obra e instalar el tema en conversaciones dentro de la familia o en los colegios, ya es un tremendo logro", explica. Y agrega: "Es muy importante mostrarle a los niños esta información, con la idea de que desde temprana edad hayan escuchado hablar de términos como canales iónicos y de su relación con los órganos de los sentidos, por ejemplo".