Las plazas del ayer
"Lentas /crecen las plazas del ayer, /donde la niebla llegaba /misteriosa /a las ramas altas /a los abandonados bancos, /llegaba /con la pálida llama de sus dedos /a tocar /levemente a tocar /las hojas vencidas del recuerdo /que canta /como un violín sin cuerdas". Así comienza «Tiempo de ausencia», un poema de Claudio Molina publicado en el primer número de las «hojas de poesía» del grupo Trilce, un humilde tríptico fechado en abril de 1964 en Valdivia. Entonces Molina era estudiante de Castellano en la UACh, y fue uno de los fundadores de aquella iniciativa.
Vas bajo las "inclinadas ramas al final del otoño", anota más adelante Molina. Así en el extracto inicial "las hojas vencidas" no son ya las doradas monedas del verano, mecidas entre las luces y sombras. Esas hojas otoñales son entonces una metáfora del recuerdo, y la niebla llega a "tocarlas" musicalmente, pero en ellas ya no "canta" el verano en sí mismo, sino el recuerdo de aquél.
Digamos que el poema tiene como protagonista sólo una plaza, sin embargo en la experiencia del devenir se nos vuelven varias distintas, así en la memoria al recordar "crecen las plazas del ayer". La plaza trascendente de Molina, si es que ya lo presientes habitante, no es otra que nuestra Plaza de la República: "es allí…/allí donde caminas, /caminas por la oscuridad /fresca y triste /de los grandes tilos. /Caminas en la tenue sombra /de las ramas", allí caminas mientras están las "palomas palpitando en las aceras".
Discretamente entre la multitud, cruzando de una esquina a otra, preguntando la hora, pidiendo fuego, sentados juntos por azar; vamos surcando las extrañas y misteriosas aguas del tiempo en las que pudimos encontrarnos sin saber, ¡cantad con Molina!: "caminas /saludando en los encuentros […] saludando en la eterna despedida /saludando /la levantada mano dejando ir el tiempo".
Juan Navarrete Espinoza juanepdlc@live.cl
Estándares de salud
Hace diez años se comenzó a realizar el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom), prueba que habilita para trabajar en el sistema de salud pública del país, y que en el presente año cumplió cifra récord con 4.500 médicos realizándolo. Pese a su alto nivel de reprobación, el número de profesionales extranjeros que aprueba el test aumentó 12 veces entre 2009 y el año pasado.
Como Sociedad Chilena de Cirugía plástica (SCCP) queremos resaltar en la importancia de la realización de este examen, para que se les garantice a los pacientes su derecho a una salud de calidad, siendo atendidos por un médico acreditado. Este examen no determina ni certifica especialidad médica, certifica lo que conocemos como "médico general". En este sentido, creemos que el EUNACOM es un instrumento válido de medición de aptitudes y conocimientos y apoyamos totalmente en que esta prueba se siga realizando para subir el nivel de la medicina en Chile. También, es importante advertir a la población que aquellos médicos que aducen una certificación de especialidad por haber aprobado este examen faltan a la verdad.
Todas las personas, tanto las que se atienden en sistema público como en el privado tiene el derecho de ser atendidas por un profesional capacitado y certificado. En este sentido, como SCCP luchamos constantemente para que los pacientes sean tratados con profesionales certificados y en centros médicos que también tengan la acreditación correspondiente, de esta manera encaminarnos a una mejor calidad de salud a nivel nacional.
Dr. Claudio Thomas, presidente Sociedad Chilena de Cirugía Plástica
Niños migrantes
Este fin de semana leí una muy interesante arista respecto a la situación migratoria que afectó y seguiría afectando en Chacalluta y el Consulado de Chile en Tacna.
La advertía el Subsecretario del Interior y me parece justo repetirla. Aun cuando queramos ayudar a nuestros hermanos venezolanos que no tienen culpa de padecer los efectos negativos de un mal régimen, el proceso de entregar visas para el ingreso de los mismos debe construirse sobre la responsabilidad y normativa nacional vigente.
Si no se realizan las mínimas revisiones de antecedentes en el caso de los niños menores de ocho años que piden ingresar a Chile -cédula de identidad o certificado que acredite al menor, que no está siendo entregada en la Venezuela de Maduro- no se puede descartar que ese menor esté intentando ingresar desde Perú objeto de tráfico de menores.
Me parece prudente que las autoridades nacionales velen por el menor y busquen la forma más ágil pero responsable de acreditar su identificación y pertinencia a la familia que lo quiere ingresar, y pueda acceder a una mejor calidad de vida en Chile.
Si no tuvieron las autoridades venezolanas del régimen de maduro el respeto por el derecho de todo niño a identificación, al menos nuestro país si debe velar por sus derechos y lo está haciendo.
Susana S. Valdés sole.valdes92@gmail.com