Paillaquino de nacimiento y valdiviano de adopción desde hace dos años, cuando el grupo familiar optó por el traslado a la capital regional, pensando en el futuro de los hijos. Kevin Lenin Ortega Constanzo nació el 23 de mayo de 2002, mide 1.75 metros, es alumno de Cuarto Año Medio del Hampton College y base del equipo Sub-17 de Las Ánimas en el campeonato basquetero Liga Saesa, donde los jóvenes "Fantasmas" buscan la corona de la temporada 2019.
Realizó sus estudios primarios en la Escuela Proyecto de Futuro de Paillaco y en Sexto Año Básico pasó a la Escuela Alemana, donde junto a su hermano Benjamín (16 años) aprendió los fundamentos del básquetbol, bajo el mando del profesor Claudio Salazar.
Hace dos años, cuando sus padres José Luis Ortega y Karina Constanzo decidieron trasladarse a Valdivia, los hermanos Kevin y Benjamín ficharon por Las Ánimas. Hoy, en la previa de las semifinales de la Liga Saesa, entrenan cuatro veces a la semana, suman trabajo de pesas y sesiones tiro, con un objetivo en la mira: el título. "Hay tres claves para tener éxito en el deporte: ser inteligente, constante y trabajar duro. De lo contrario, no se logran las metas", asegura Kevin Ortega.
¿Por qué eres base o conductor?
-Creo que el puesto, al comienzo me lo asignaron por la altura y la visión de juego que podía tener. Desde el inicio jugué de base. Siempre me explicaron que se necesitaba cabeza y acá asumí lo que me dijo el profesor. Estoy haciendo mi pega y haciendo lo que mejor puedo para ayudar al equipo.
¿Hay algún jugador que tengas como referente o que sea tu inspiración?
-Franco Morales. Tengo la dicha de entrenar con él, me da consejos y ayuda a mejorar aspectos que hacen la diferencia y esa experiencia suma. También admiro a Erick Carrasco, por su visión de juego, lo mismo que Martín Cárdenas, del CDV. Verlos ayuda a mejorar.
¿Cuál es el desafío de la serie en esta instancia de la Liga Saesa?
-Nunca será el hecho solamente de quedarnos en Primera División. Nuestro entrenador (Marcos Beltramella) nos ha enseñado que ese es un pensamiento mediocre, por lo que nuestro propósito es ir por el primer lugar de la categoría. El año pasado quedamos con el sabor amargo del segundo lugar y este año esperamos ser campeones.
¿Cuáles son las claves para la buena campaña de la Sub-17 y cuál es el rival más difícil?
-Pasamos por altos y bajos, pero hemos sabido mantenernos unidos. Tuvimos una racha muy buena de 7 u 8 partidos ganados. Aunque todos los rivales son duros, creo que el más difícil es Ancud, el que más nos ha costado, tienen buenos jugadores y con buen físico.
¿Te proyectas hacia el primer equipo de Las Ánimas?
-Si Dios quiere, sí, pero todo tiene que llegar a su tiempo. Es difícil por mi edad, pero en la Adulta podría tener un lugar siempre y cuando me den la oportunidad.
En la parte académica, ¿qué pasará con tu futuro?
-Estoy estudiando para la PSU. Tengo planeado estudiar Kinesiología y luego hacer un postgrado en Quiropráctica. Pero al mismo tiempo quiero seguir jugando básquetbol, aunque sé que es difícil ganarse un puesto a los 17 años. Pienso que poniendo ganas, mucho entrenamiento y experiencia, lo puedo lograr.
"Tengo que mejorar tiros y penetración"
"Tengo visión de juego y tomo determinaciones, pero siempre con la ayuda de mis compañeros. Tengo penetración y algo de tiro, pero debo mejorar. Tengo que tomar más tiros y subir la efectividad...", señala Kevin Ortega. Mientras tanto, sigue soñando con ser llamado algún día a una preselección nacional, donde pueda mostrar su talento. Además trabaja para alcanzar sus metas. Y la próxima es el campeonato de la Liga Saesa, donde están en semifinales, a la espera de rival.
"Es difícil por mi edad, pero en la Adulta podría tener un lugar siempre y cuando me den la oportunidad". "Aunque todos los rivales son duros, creo que el más difícil es Ancud...".
Kevin Ortega Jugador U-17 de Las Ánimas